Los libros que tienen títulos llamativos e ingeniosos rara vez merecen ser leídos.
Georg Christoph Lichtenberg
El aburrimiento es la enfermedad de las personas afortunadas; los desgraciados no se aburren, tienen demasiado que hacer.
Abel Dufresne
Mirabaeu es capaz de todo por dinero, incluso de una buena acción.
Antoine de Rivarol
Cuando llegue la hora de mi muerte, no sentiré haber vivido en vano. Habré visto los crepúsculos rojos de la tarde, el rocío de la mañana y la nieve brillando bajo los rayos del sol universal; habré olido la lluvia después de la sequía y habré oído el Atlántico tormentoso batir contra las costas graníticas de Cornualles.
Bertrand Russell
¡A quien no se salva por sí sólo, nadie lo puede salvar!
Cesare Pavese
En general cuanto más sepamos de alguien, mejores respuestas podemos ofrecerle.
Eric Schmidt
No te hagas juez, si con la virtud y la fuerza no eres capaz de romper las asechanzas de la injusticia.
Giordano Bruno
Todo el tiempo que deja de emplearse en pensar en la muerte es tiempo malgastado y perdido.
Giuseppe Antonio Borgese
Amar es entregarse totalmente sin esperar, la menor recompensa; es vivir bajo un sol extraño al que se siente terror en alcanzar.
Honoré de Balzac
Dios nos susurra en nuestros placeres, habla a nuestras conciencias, pero nos grita en nuestros dolores.
Lee Strobel
No soy ni un sociólogo, ni un político. Todo lo que puedo hacer es imaginar por mí mismo lo que el futuro va a ser.
Michelangelo Antonioni
Saliste corriendo a la calle, llevando tiza de color, y dibujaste en el muro, un sol, un tren y el rostro de la felicidad.
Miguel Mateos
¡Ay mísero de mí! ¡Y ay infelice! Apurar, cielos, pretendo ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo; aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido. Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor; pues el delito mayor del hombre es haber nacido.
Pedro Calderón de la Barca
Es que es asombroso lo fácil que los humanos se acostumbran a las cosas espectaculares.
Salma Hayek
Muchas sutilezas despojan de sus bríos a la razón.
Séneca
Llovía tanto que las gotas hacían cola.
Terry Pratchett