Aquel hombre era tan inteligente que casi no servía para nada en el mundo.
Georg Christoph Lichtenberg
Hay una gran diferencia entre identificar un problema y resolverlo, entre la sabiduría y el vivir sabiamente.
Alain de Botton
Si tú predicas a Jesús, Él ablanda los corazones y dulcifica las ásperas tentaciones. Si piensas en Él, domina tu corazón. Si lo lees, sacia tu mente.
Antonio de Padua
Mi definición favorita de intelectual es: Una persona cuya educación supera su inteligencia.
Arthur C. Clarke
El excusarse antes de ocasión es culparse.
Baltasar Gracián
Vamos a instalar los drivers de este escáner en Windows 98... ¡Por los clavos de cristo! ¡¿Pero qué tenemos aquí?! ¡Un pantallazo azul!
Bill Gates
Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca.
Gabriela Mistral
Después de todo, él también era un producto de su educación, y un socialdemócrata miembro de una manada sometido a un lavado de cerebro que sentía dolorfísico cuando se dejaba la luz encendida por la noche o cuando arrojaba en el campo un objeto de plástico.
Jo Nesbø
De todos los seres humanos que he conocido, Federico García Lorca fue el mejor. No me refiero a sus obras de teatro ni a su poesía, sino a él como persona. Él era su obra maestra.
Luis Buñuel
La vida dicta a los hombres sus leyes, que no están escritas en parte alguna.
Mijaíl Shólojov
Los malos ejemplos son más dañinos que los crímenes.
Montesquieu
Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
Nicolás Maquiavelo
El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.
Pablo Neruda
Es una de las más hermosas compensaciones de la vida, que ningún hombre pueda tratar de ayudar a otro sinceramente, sin ayudarse él mismo.
Ralph Waldo Emerson
El buen sentido ni se compra ni se vende ni nadie nos lo puede dar prestado.
Séneca
Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos.
Simón Bolívar