Mi hipocondría, a decir verdad, es un talento especial que consiste en esto: saber extraer de cada incidente de la vida, sea cual sea el nombre que lleve, la mayor cantidad de veneno para mi propio uso.
Georg Christoph Lichtenberg
Nadie se marcha.
Arthur Rimbaud
Es desgracia habitual en los ineptos la de engañarse al elegir profesión, al elegir amigos y al elegir casa.
Baltasar Gracián
Si no puedes hacerlo bien, por lo menos que se vea bien.
Bill Gates
Ninguna mujer contrae matrimonio por interés: todas tienen la astucia, antes de casarse con un millonario, de enamorarse de él.
Cesare Pavese
Los arquitectos crean ciudades, los ángeles bosques.
Fernando Arrabal
El escepticismo, como la castidad, no debe ser abandonado con demasiada facilidad.
George Santayana
La fragancia queda siempre en la mano de quien levantó la rosa.
George William Curtis
La necesidad es a menudo la espuela para el genio.
Honoré de Balzac
Habría una manera de resolver todos los problemas económicos: colocarle impuestos elevados a la vanidad.
Jacques Tati
Como bien se ha dicho, la aprobación de la reforma constitucional que permite la reelección inmediata del Presidente cambia radicalmente el escenario político. Lo primero que hay que reconocer es que los contradictores de la reelección perdimos en franca lid. De nada sirve rasgarse las vestiduras, ni ponernos a llorar. En la democracia, como en la vida, hay que saber perder.
Juan Manuel Santos
Hagamos una guerra de virtudes si es posible, procurando cada cual superar al enemigo en honradez, buena fe, magnanimidad.
Juan Montalvo
Yo nunca usé el nombre GNU. Linux nunca fue un proyecto de la Free Software Foundation, y la FSF jamás tuvo nada que ver con é
Linus Torvalds
El futuro se presentaba ante él como una sentencia, pero no de cárcel sino de palabras interminables, plagada de subordinadas innecesarias, como solía decir con ácida ironía en los bares y los pubs del campus que frecuentaba. No es que el futuro que le esperaba le entusiasmara precisamente.
Margaret Atwood
Las traducciones aumentan los defectos de una obra y ensombrecen sus bellezas.
Voltaire
Randolph, tu corona ha perdido una rosa.
Walter Scott