La libertad existe tan sólo en la tierra de los sueños.
Friedrich Schiller
Porqué no me das la mano y nos cogemos este barco celebrando con un beso que hoy es hoy.
Amaia Montero
No hay algo que conozcamos que no provenga de la percepción de los sentidos, de la comprension del alma y del entendimiento de la mente.
Aristóteles
La inteligencia no es una magnitud extensa, sino intensa; por esto opone un hombre razonable su criterio a diez mil personas, y mil necios no hacen un hombre razonable.
Arthur Schopenhauer
Te adueñaste del corazón, ni cómo; y el dominio que ahora tienes en mí, lo tomo como viviente prueba de que mi alto destino será un día perderme dentro del mar divino de una dicha sin límite ni término jamás...
Aurelio Espinosa Pólit
Le haría bien al mundo si cada hombre se obligara a sí mismo de vez en cuando a estar absolutamente solo. La mayor parte de los avances del mundo han salido de esa soledad.
Bruce Barton
¿Qué cosa es el hombre, qué hay bajo el nombre: una geografía? ¿Un ser metafísico? ¿Una fábula sin señal que la aclare?
Carlos Drummond de Andrade
Celebraría saber cuántos hombres se necesitan para hacer uno perfecto.
Charles-Joseph de Ligne
El tiempo empleado en un asunto es inversamente proporcional a su importancia económica.
Cyril Northcote Parkinson
Como muere el festival de baile, el sonido del viento en los pinos y las voces de los insectos.
Imaizumi Sogetsu
Todas las personas que tienen éxito comienzan fijándose una meta.
Joseph Murphy
Y los gestos del amor, ese dulce museo, esa galería de figuras de humo.
Julio Cortázar
Queda por probar la fusión del socialismo con la libertad, fórmula inédita y única bandera bajo la cual merecía la pena luchar, con la esperanza de que abriera un camino a nuevas ideologías y a la paz, el bienestar y la unidad de todos los pueblos de la Tierra.
Manuel Tagüeña
La muerte despoja a la vida de toda seriedad.
Paul Valéry
El respeto no se exige, el respeto se gana.
Risto Mejide
Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito.
Virginia Woolf