Yo odio a los lectores ociosos.
Friedrich Nietzsche
Nunca olvides quien te ayudo, quien estuvo contigo, quien te enseñó
Amaia Montero
Quiéralo o no, sépalo o no, todo el que emplea su vida en el estudio de la sociedad y en publicar sus resultados, está obrando moralmente y, generalmente, políticamente también. La cuestión está en si afronta esta situación y acomoda su mentalidad a ella, o si se la oculta a sí mismo y a los demás y va moralmente a la deriva.
Charles Wright Mills
El Rock&Roll es libertad.
Chuck Berry
Ten presente que las cosas que te metes en la cabeza están ahí para siempre.
Cormac McCarthy
Somos más sensibles a los males que aquejan este mundo que a los bienes que lo adornan.
Cristina De Suecia
La idea de Dios es una idea primitiva. Simple, sencilla, infantil, hija del temor que engendra lo desconocido y de la ignorancia, que solo tiene ojos para ver las apariencias.
Florentino Ameghino
En las mujeres, el instinto equivale a la perspicacia de los grandes hombres.
Honoré de Balzac
Para lograr grandes cosas, se necesitan dos cosas: un plan y tiempo suficiente.
Leonard Bernstein
Pero el temor a morir en ese lugar no era tan fuerte como el otro miedo, el miedo a que el mundo perdiera la cordura, a que pudiera suceder cualquier cosa, a que no se pudiera confiar en nada, a que no hubiese nada seguro. A que el mundo fuese un lugar tan terrible.
Orson Scott Card
El poeta no puede temer del pueblo.
Pablo Neruda
No a ser la mujer de nadie. Sólo busco un compañero de viaje, alguien con quien formar un buen equipo para este trayecto tan corto y divertido.
Patricia Conde
Este perfume intenso de tu carne, no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos azules de tus ojos, y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan tus brazos.
Salvador Novo
El alma noble posee la gran cualidad de apasionarse por las cosas honestas.
Séneca
Entre el espanto y la ternura la vida canta.
Silvio Rodríguez
¡Qué mansión poseen y han escogido los vicios para habitación suya! Un hermoso velo cubre cualquier fea mancha, y todas las cosas hacia donde puede uno mirar aparecen agradables.
William Shakespeare