El evangelio de los humildes hace humildes.
Friedrich Nietzsche
Vueltas y vueltas doy por esas calles; por donde quiera, me siguen las paredes silenciosas, y detrás de ellas, en vano saber quiero si los hombres mueren o sueñan.
Alfonsina Storni
Es para mí una cosa inexplicable el porqué se siente uno capaz de ser bueno al sentirse amado.
Amado Nervo
Todo mundo tiene un secreto, ¿no?, desde luego yo tengo un secreto y creo que también tú.
Ayumi Hamasaki
Dejé de besar anillos hace mucho tiempo.
Ben Affleck
Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz.
Cicerón
Podía verse el suave aliento húmedo, el aliento brillante y tranquilo que salía de las narinas trémulas extremadamente vivas y temblorosas de los caballos y yeguas en ciertas madrugadas frías.
Clarice Lispector
Yo solía ir a fiestas, y en todas estaba Graham tirado en el piso como alfombrilla humana.
Damon Albarn
¿Es la libertad algo más que el derecho a vivir como se desee? Nada más.
Epicteto
Sea más responsable de lo que esperan que sea. Nunca se excuse.
Henry Ward Beecher
Las religiones, todas, por más vueltas que le demos, no tienen otra justificación para existir que no sea la muerte, la necesitan como pan para la boca.
José Saramago
Piense en la economía como algo más parecido a un gato que a una lavadora, es decir, las políticas dirigidas a la estabilidad y la ausencia de ciclos están fuera de lugar, el Estado debe ser sólo un mecanismo de urgencia y no una niñera.
Nassim Taleb
La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida.
Octavio Paz
El fascismo es la forma política y social mediante la que la pequeña propiedad, las clases medias y los proletarios más generosos y humanos luchan contra el gran capitalismo en su grado último de evolución: el capitalismo financiero y monopolista.
Ramiro Ledesma Ramos
El conocimiento es orgulloso por lo mucho que ha aprendido; la sabiduría es humilde porque no sabe más.
William Cowper
Al oscurecerse el monte, arrebata el granate a las hojas del arce.
Yosa Buson