La única disculpa de Dios es que no existe.
Friedrich Nietzsche
Estados Unidos continuará defendiendo el derecho de la gente en todas partes a determinar su propio futuro. Todos los países de las Américas tienen la obligación solemne de proteger ese derecho de autodeterminación.
Barack Obama
La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.
Carmen Martín Gaite
El balance, el capital circulante y la caja lo dicen todo, Daniel, y leyendo balances te darás cuenta de que el mundo se ha vuelto loco.
Daniel Lacalle Fernandez
Si no somos capaces de derribar para renovarnos, la única solución es seguir estando como estamos. Cualquier otra solución puede parecer extraordinaria, pero no servirá para nada.
Dario Fo
Cada uno es ortodoxo con respecto a sí mismo.
John Locke
¿Creeís que si Laura hubiera sido la esposa de Petrarca hubiese escrito éste sonetos toda la vida?
Lord Byron
Yo le mostré que los libros son los dulces e irreprochables amigos del desgraciado, y que si no pueden lograr hacernos agradable la vida, a lo menos nos enseñan a soportarla.
Oliver Goldsmith
Todo está embrujado y todos morirán.
Pappo
No piensas en mí como yo en ti. No me importa. Pero si también tienes frío, podrías acercarte y rodearme con los brazos. Solo un poco. Con un nudo en la garganta, me acerqué, me senté a su lado y la abracé. - Qué bien -dijo ella, más relajada-. Es como si hasta ahora siempre hubiera tenido frío.
Patrick Rothfuss
Me estás vedada tú... Soy un fracaso de confesor y médico que siente perder a la mejor de sus enfermas y a su más efusiva penitente.
Ramón López Velarde
Nada más contrario a recobrar la salud que el cambiar mucho de medicinas.
Séneca
Ya fuera de trabajo, del matrimonio o de la familia, siempre he sido una pifia avanzada.
Sigourney Weaver
La medicina más segura de toda fuerza es la resistencia que vence.
Stefan Zweig
De entre todas aquellas personas, las más dignas de lástima para mí (como si ya me hubiera asaltado un presentimiento de mi futuro destino) eran las que no tenían patria o, peor aún, las que, en lugar de una patria, tenían dos o tres y no sabían a cuál pertenecían.
Mirad cómo nos llevamos a vuestros hijos y los sacrificamos sin que podáis hacer nada al respecto. Si levantáis un solo dedo, os destrozaremos a todos, igual que hicimos con el Distrito 13.
Suzanne Collins