Un hombre de Estado divide a los seres humanos en dos especies, primero instrumentos, segundo enemigos. Propiamente no hay para él, por tanto, más que una especie de seres humanos: enemigos.
Friedrich Nietzsche
Corres y te vas. (La pronunciaba imitando la voz del expresidente mexicano Vicente Fox aludiendo el comes y te vás que éste le dijo a Fidel Castro previo a una cumbre internacional.)
Alfonso Lanzagorta
Comercio es el arte de comprar por tres francos lo que vale seis, y de vender en seis lo que vale tres.
Charles Fourier
La vida nunca nos depara lo que queremos en el momento apropiado. Las aventuras ocurren, pero no puntualmente.
Edward Morgan Forster
Para muchos, haber ganado riquezas no fue acabamiento de sus miserias, sino cambio de unas miserias por otras.
Epicuro
Fichamos a Mourinho para que nos pusiera en el sitio que nos corresponde y lo hizo.
Florentino Pérez
La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.
Immanuel Kant
Muchas cosas pierde el hombre que a veces las vuelve a encontrar, pero les debo enseñar, y es güeno que lo recuerden, si la verguenza se pierde jamas se vuelve a encontrar.
José Hernández
El amor, caprichoso como es, aparece cuando menos te lo esperas, nunca sabes si se quedará para siempre o solo un momento, y es del todo absurdo esconderse, si acaso, acallarlo.
Mercedes Pinto Maldonado
Las tinieblas impresionan a los sentidos tanto como la luz.
Nicolas Malebranche
La justicia no es más que una mercancia pública, y el caballero que preside el tribunal ratifica las transacciones.
Petronio
Se me ocurre que no otra cosa es la literatura sino una cápsula del tiempo que nadie sabe quién abrirá en el futuro.
Rafael Pérez Gay
Nadie incurre en delito empujado por el destino.
Séneca
Por libertad entiendo ser libres de aflicciones, de enojo, de desesperación.
Thich Nhat Hanh
Mientras el sistema de status permanece intacto, y mientras la clase ociosa puede emprender otros caminos de actividad no industrial que no sean los de matar el tiempo de un modo derrochador y carente de objeto, no cabe esperar ninguna desviación considerable del esquema general, establecido por la clase ociosa, de lo que es una vida merecedora de buena reputación.
Thorstein Veblen
Si de noche lloras por el Sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
Yibrán Jalil Yibrán