En el fondo de toda vanidad personal, las mujeres sienten siempre su impersonal desprecio por la Mujer.
Friedrich Nietzsche
Hay que ir en contra de la tendencia, no correr tras ella.
André Kostolany
Tales son las recompensas de las letras; tales son sus consuelos. Yo mismo, aun siguiendo de tan lejos a sus favorecidos adoradores, yo mismo he podido participar de sus beneficios, y saborearme con sus goces.
Andrés Bello
De frente un precipicio, detrás un lobo.
Anónimo
El fin de la ciencia especulativa es la verdad, y el fin de la ciencia práctica es la acción.
Aristóteles
Las personas exitosas que piensan, hablan y actúan en positivo, transmiten paz, entusiasmo, alegría. A todo el mundo le gusta estar rodeado de tales personas. Búscalas, obsérvalas, aprende de ellas, comparte momentos. Déjate guiar por ellas. Esa clase de gente es la que añade valor a tu vida.
Bernardo Stamateas
Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.
Cicerón
Con ninguna cosa se granjea uno más aprecio y menos envidia de una reunión, que con el papel de amigable componedor en la discusión, sin inclinarse directamente ni a uno ni a otro bando.
Eustace Budgell
Precios y beneficios libres elevarán al máximo la producción y remediarán la escasez con mayor rapidez que ningún otro sistema. Los precios y beneficios arbitrariamente fijados sólo pueden prolongar la escasez y reducir no sólo la producción, sino también el número de empleos.
Henry Hazlitt
Somos deudores de nuestra muerte y de la muerte de nuestras cosas.
Horacio
El católico ve en cada hombre un verdadero hermano; pero un hermano a quien se halla ligado con vínculos más sagrados y más fuertes que los de la sangre.
Jerónimo Usera
Lo que me hubiera gustado habría sido el dinero y los discos de éxito sin la fama.
John Lennon
El opuesto de una frase correcta es una frase errónea. Pero el opuesto de una verdad profunda puede muy bien ser otra verdad profunda.
Niels Bohr
Días de mucho, vísperas de nada.
Proverbio
El perdón es la forma definitiva del amor.
Reinhold Niebuhr
Cuando tienes el síndrome de abstinencia, tan intolerable resulta hacer lo que sea como no hacer nada. Un hombre podría morirse, simplemente, por no ser capaz de soportar la idea de permanecer dentro de su cuerpo.
William Burroughs