Suspirar por una fe sólida no es la prueba de un convencimiento sólido, sino todo lo contario. El hombre que tiene una fe verdaderamente fuerte puede permitirse el lujo del esceptisismo.
Friedrich Nietzsche
No hay verdades absolutas; todas las verdades son medias verdades. El mal surge de quererlas tratar como verdades absolutas.
Alfred North Whitehead
Demasiada humildad es un defecto.
Cristiano Ronaldo
Todos los hijos idealizan a sus padres.
Daniel Craig
Mis libros toman aire -explicó el sabio-. Yo los abro. Los abro y les pregunto. Leer es preguntar.
Eduardo Galeano
Tal y como la Nada se vuelve Dios mediante la oración, de igual forma la apariencia se torna naturaleza gracias a la expresión...
Emil Cioran
Hablando con propiedad, la antigüedad de los tiempos es la juventud del mundo. Esta nuestra época es el tiempo antiguo y viejo, en que el mundo es antiguo, y no aquellos siglos que nosotros llamamos antiguos con un cálculo retrospectivo, computando hacia atrás a partir de nosotros mismos.
Francis Bacon
No hay nada en filosofía que no pueda expresarse en lenguaje cotidiano.
Henri Bergson
Es una locura trabajar toda la vida, si nuestra imaginación y nuestro esfuerzo no tiende hacia un objeto determinado.
Marco Aurelio
El sexo es como el alcohol. No conviene obsesionarse con él tan temprano.
Margaret Atwood
Dejad que nuestros hijos crezcan, y dejad que unos crezcan más que los otros, si llevan en sí mismos el hacerlo.
Margaret Thatcher
El artista tiene que ser genio para algunos e imbécil para otros. Si pudiera ser imbécil para todos, mejor todavía.
Nelson Rodrigues
Cuando los sabios se enamoran parecen tontos; cuando se enamoran los tontos, parecen tan tontos como antes.
Noel Clarasó
Sin completa libertad no es posible la igualdad completa, como sin verdadera igualdad no es concebible la verdadera y propia libertad.
Pietro Gori
La mejor tumba es la más sencilla.
Platón
Cuando llegó la noche, las olas blancas iban acompasadamente de acá para allá a la luz de la luna, y el viento trajo a los hombres de la playa el sonido de la gran voz del mar, y ellos sintieron que ahora podían ser sus intérpretes.
Stephen Crane