¡No he hecho ningún esfuerzo para hacerme un as de guitarra porque no se tocarla!
Freddie Mercury
Un hoyuelo en la tumba convierte esa feroz habitación en un hogar.
Emily Dickinson
El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad.
Ernest Hemingway
¡Seamos sufridos! Las aflicciones no son cosa puramente terrena; a menudo las bendiciones del cielo toman este negro disfraz.
Henry Wadsworth Longfellow
La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero.
Jean-Jacques Rousseau
La idea de los escarabajos (Beetles) me vino a la cabeza. Decidí deletrearlo BEATles para que se vea como música beat. Sólo una broma.
John Lennon
Da conciertos de cuatro horas y media. Eso es tortura ¿Odia a su público?
John Lydon
Es ridículo darles un apodo ingenioso, les confiere un aire de omnisciencia que no se merecen, he conocido asesinos en serie son mas aburridos que el jubileo de la reina, son retrasados y onanistas crónicos la mayoría.
Jonny Lee Miller
No me gusta trabajar, pero me gusta que en el trabajo tienes la oportunidad de encontrarte a ti mismo. Tu propia realidad, para ti mismo, no para otros, que ningún otro hombre puede conocer.
Joseph Conrad
Yo soy partidario de subvencionar y establecer conciertos con la enseñanza privada por una razón que he dicho aquí: los ciudadanos tienen derecho a elegir para sus hijos la educación que estimen oportuna.
Mariano Rajoy
A la justa petición siempre favorece el cielo.
Miguel de Cervantes
El poder como ideología única es otra mentira.
Papa Francisco
La mente se enreda con todo lo ilusorio y sufre desencanto, frustración y desvitalización.
Ramiro A. Calle
Lo llamativo es que ni siquiera somos conscientes de nuestra indigencia lógica.
Ricardo García Damborenea
El mundo lo llama placer. Mi tío lo colecciona -lo mantiene limpio y ordenado, en estantes protegidos, pero lo conserva de un modo extraño no para su propio deleite, no, eso nunca; más bien, porque proporciona combustible para la satisfacción de una curiosa lujuria. Me refiero a la concupiscencia del bibliotecario.
Sarah Waters
Desde la edad de seis años, la mujer no crece más que en dimensiones.
Severo Catalina