La perfección de los medios de producción provoca fatalmente el camuflaje de las técnicas de explotación del hombre, y por consiguiente, de las formas de racismo.
Frantz Fanon
Como a un muñeco destripé tu vientre y examiné sus ruedas engañosas y muy envuelta en sus poleas de oro hallé una trampa que decía: sexo.
Alfonsina Storni
Un país de pícaros y ladrones, desde las más altas instancias del Estado hasta el concejal más inútil de cualquier pueblo perdido de la geografía española.
Armando Rodera
Hay una calle que mi corazón se ha robado de los barrios de mi infancia.
Forugh Farrojzad
Espera mil años y verás que se vuelve preciosa hasta la basura dejada atrás por una civilización extinta.
Isaac Asimov
Lo que de bueno hiciereis con discresión, eso es virtud.
Isidoro de Sevilla
Es forzoso poetizarlo todo si se han de cerrar al hastío las puertas de la dicha.
Jacinto Octavio Picón
Es preciso aceptar la responsabilidad personal. No es posible cambiar las circunstancias, las estaciones ni el viento, pero sí es posible cambiarse uno mismo.
Jim Rohn
Todo está en tu mente. Un poquito de fantasía aquí y allá. ¡Todo va a salir bien!
Jimi Hendrix
Sé lo que hace a un hombre más conservador... No saber nada del presente o nada del pasado.
John Maynard Keynes
Boguemos, boguemos, la barca empujad, que rompa las nubes, que rompa las nieblas, los aires las llamas, las densas tinieblas, las olas del mar.
José de Espronceda
Puede ser muy rica la literatura por su profundidad de estilo, de metáfora, de concepto, por su física cerebral; pero hay una profundidad más nueva, la profundidad insondable, el sentimiento verdadero de lo que no tiene fondo.
Juan Ramón Jiménez
Cuando la gente reflexiona sobre las decisiones que tiene que tomar, normalmente acaba desistiendo; hay que tener mucho valor para dar determinados pasos.
Paulo Coelho
Siento con la armonía de la tierra que gira y en el azul del cielo con la constelación.
Rafael Lasso de la Vega
Toda obra, todo texto, cumple una doble función: permite expresarnos y evidenciar luego la necesidad de volver a hacerlo.
Santiago Kovadloff
¡Estábamos bien! Unidos: mi madre, mis hermanos, mi padre... me pegaba pero... él mandaba. Era un hombre fuerte, alto, sólido, guerrero. Pero debo decir que años después cuando estaba en Nueva York, habría preferido un bofetón de mi padre a esa soledad.
Waris Dirie