Los niños son ingenuos, creen cualquier cosa. La escuela ya es suficiente, pero si encima lo acercas a una iglesia, lo estás metiendo en problemas.
Frank Zappa
Me hubiera gustado ver que en este siglo que he vivido no existieran niños ni ancianos desvalidos.
Alicia Moreau de Justo
Siempre hay una señora anciana que se dirige a los niños con muecas y diciendo cosas estúpidas con un lenguaje informal lleno de cucu y coco y pichipachiù. Por lo general, los niños miran muy seriamente a estas personas que han envejecido en vano; no entienden lo que quieren y vuelven a sus juegos, juegos simples y muy serios.
Bruno Munari
Todos mis hijos han hablado por sí mismos desde que aprendieron a hablar, no siempre con mi aprobación por adelantado, y espero que eso continúe en el futuro.
Gerald Ford
¡Hay tantas maneras de leer, y hace falta tanto talento para leer bien!.
Gustave Flaubert
Probablemente se ha hecho más daño a la Tierra en el siglo XX que en toda la historia anterior de la humanidad.
Jacques-Yves Cousteau
No pongas el amor en mis manos como un pájaro muerto.
Jaime Sabines
No eres ambicioso: te contentas con ser feliz.
Jorge Luis Borges
Juzgar los hechos amargos con sesgo optimista equivale a no habernos enterado debidamente de ellos.
José Ortega y Gasset
Los artistas tienen el derecho de ser modestos y el deber de ser vanidosos.
Karl Kraus
La mente está compuesta de todas nuestras experiencias conscientes: pensamientos, emociones, percepciones, recuerdos, sueños, fantasías y demás.
Lama Zopa Rinpoché
La impaciencia es la marca de la independencia, no de la servidumbre.
Marianne Moore
¿Soy yo el que no ve o es que todavía no se hizo la luz? de Ocho y medio, Desaparezca aquí.
Nacho Vegas
Los nombres son lo primero que desaparece cuando se extingue el aliento y el corazón deja de latir. Los recuerdos permanecen en nosotros más que los nombres.
Neil Gaiman
Un tipo como yo tiene un único gran momento en la vida, un único salto en el gran trapecio. Luego pasa el tiempo que le queda intentando no resbalar de la acera y caerse al arroyo.
Raymond Chandler
Los hombres aprenden mientras enseñan.
Séneca