La educación no es un sustituto para la inteligencia. Esa elusiva cualidad es definida tan sólo en parte por la habilidad en resolver rompecabezas. Es en la creación de nuevos rompecabezas que reflejen lo que tus sentidos informan que completas la definición.
Nadie se acordaría hoy del buen samaritano si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.