Casi todos los crímenes que castiga la humanidad se deben al hambre.
François-René de Chateaubriand
Eramos yo y el mar. Y el mar estaba solo y solo yo. Uno de los dos faltaba.
Antonio Porchia
En los tiempos sombríos, ¿se cantará también?. También se cantará sobre los tiempos sombríos.
Bertolt Brecht
Todos necesitamos de todos, siempre fue así y siempre será así.
Carlos Fuentes
La vida probablemente es tan antigua como la Tierra; estábamos procurando encontrar en la roca primitiva indicios de sopa o magma original y en cambio encontramos moléculas complejas.
Cyril Ponnamperuma
Somos la familia que pueden escoger ¡y no nos divorciamos!
Dave Franco
Nada hay tan semejante como los huevos, pero nadie, en virtud de esta aparente semejanza, aguarda el mismo gusto y sabor en todos ellos.
David Hume
No hay hombre que no anteponga la satisfacción propia a sus obligaciones.
Francisco de Quevedo
El pelo es lo primero. Y los dientes lo segundo. Si un hombre tiene esas dos cosas lo tiene todo.
James Brown
Soy un artista revolucionario. Mi arte está dedicado al cambio.
John Lennon
Cuando uno levanta muros, está volviendo a la Edad Media. Si no encuentras ninguna otra forma de resolver los problemas humanos, estás dando marcha atrás en el tiempo.
José Saramago
Lo primero que hace un gobierno fuerte y con vocación de permanencia es eliminar, entre muchos otros, a los masones. No porque éstos estén a las órdenes de una hipotética conspiración judía. Lo hace porque los que piensan por sí mismos molestan mucho.
Juan Gómez-Jurado
La cultura sucumbe bajo el volumen de la producción, la avalancha de letras, la locura de la cantidad. Por ese motivo te digo que un libro prohibido en tu país significa infinitamente más que los millones de palabras que vomitan nuestras universidades.
Milan Kundera
Un amor apasionado es una especie de comedia de dos personajes que tratan de convencer al público de su amor.
Ninon de Lenclos
Al que tiene el poder le impide hacer muchas cosas el amor a los suyos; se es más libre contra los que están enfurecidos.
Séneca
Nos engañamos al considerar que la muerte está lejos de nosotros, cuando su mayor parte ha pasado ya, porque todo el tiempo transcurrido pertenece a la muerte.