Los bosques se adelantan de las civilizaciones. Los desiertos las siguen.
François-René de Chateaubriand
Siempre he querido para ti lo que has querido para ti mismo. Y aún así quería salvarnos contra viento y marea. Y seguí ignorando la ambivalencia que sentías. Y mientras tanto me perdí a mi misma... Mientras tanto me perdí a mi misma... Lo siento me perdí a mí misma... lo siento.
Alanis Morissette
Ser ajeno no es ser de otro, es no ser de uno.
Angela Botero López
Desgraciadamente, hay virtudes que sólo los ricos pueden cultivar.
Antoine de Rivarol
La burla de uno mismo, el reconocimiento abierto de los propios defectos como ideales masoquistas.
Augusto Monterroso
El literato de puerta cerrada no sabe nada de la vida. La política, el amor, el problema económico, el desastre cordial de la esperanza, la refriega directa del hombre con los hombres, el drama menudo e inmediato de las fuerzas y las direcciones contrarias de la realidad, nada de esto sacude personalmente al escritor de puertas cerradas.
César Vallejo
La persona más fácil de engañar es la que se engaña a sí misma.
Edward Bulwer-Lytton
Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír.
George Orwell
No hay más que una educación, el ejemplo.
Gustav Mahler
La noche no era el sueño, era su boca, era su hermoso cuerpo despojado de sus gestos inútiles.
Idea Vilariño
En realidad, no iría a terapia ni en sueños. La meta de la terapia es hacerte feliz. La gente feliz no es interesante. Mejor aceptar la carga de infelicidad e intentar transformarla en algo que valga la pena, poesía, música o pintura.
J. M. Coetzee
Porque siempre se ha impuesto el criterio de los que no tienen criterio y el gusto de los que tienen mal gusto.
John Lennon
Lo que no debemos hacer es limitar a Dios con nuestras mentes humanas limitadas.
Lucas Leys
No hay camino para la verdad, la verdad es el camino.
Mahatma Gandhi
La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre.
Nelson Mandela
La forma última, la forma santa de la teoría, es la acción.
Nikos Kazantzakis