Lo que nos impide muchas veces entregarnos en manos de un solo vicio, es el estar prisioneros de multitud de ellos.
François de La Rochefoucauld
Y si hay algo en España de lo que no se puede disentir es del totalitarismo de la fiesta, en el que se confunden con entusiasmo idéntico la izquierda y la derecha.
Antonio Muñoz Molina
Uno es uno con otros; solo no es nadie.
Antonio Porchia
Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.
Eduardo Galeano
La idea de la felicidad es siempre un engaño. Todas las ilusiones, las maravillosas y coloreadas ilusiones, son engaños; y sin embargo constituyen la parte esencial de nuestra existencia, sin la cual no nos quedaría sino morir.
Fernando Savater
La inhumanidad es perenne.
George Steiner
Nunca estuve más solo en mi vida que cuando fui el número 1 en 1977. Era un cardo. Solo, solo. La gente puede pensar que fue un año espectacular: yo deseaba que terminase rápido.
Guillermo Vilas
La izquierda en sus cúpulas más altas, Blair o Schroeder, es puro liberalismo.
Gustavo Bueno
Lo único que es un fin en sí mismo es el hombre, nunca puede ser utilizado como medio.
Immanuel Kant
Los tacos son cultura. Son capaces de precisar emociones que muchas otras palabras no pueden.
Juan Gómez-Jurado
Como cualquier forma de arte. Una película queda ahí para siempre. Es un desafío al tiempo.
Juliette Binoche
El montañismo fomenta la solidaridad y el espíritu de equipo, permitiendo a uno encontrarse con uno mismo.
Robert Baden-Powell
Nunca he defendido la guerra, excepto como un medio de paz.
Ulysses S. Grant
No todas las verdades son para todos los oídos.
Umberto Eco
El que vive sinceramente y encuentra penas verdaderas y desilusiones, que no se deja abatir por ellas, vale más que el que tiene siempre el viento de popa y que sólo conoce una prosperidad relativa.
Vincent van Gogh
En cada moda hay algo de amarga sátira respecto del amor, y en ella se emplazan, sin piedad, todas las perversiones sexuales.
Walter Benjamin