Cuando no podemos encontrar felicidad en nosotros mismos, es inútil buscarla en otra parte.
François de La Rochefoucauld
El mal existe, pero no sin el bien, como la sombra existe, pero no sin la luz.
Alfred de Musset
Pecado social era casar mal y pecado mortal divorciarse, sobre todo para las mujeres, quienes, a menos que pertenecieran a una familia muy rica, automáticamente perdían todo respeto.
Carmen Posadas
Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.
Confucio
Un hombre de experiencia sabe más que un adivino.
Fedro
No nos dejemos inducir a error: los grandes espíritus son escépticos. Zaratustra es un escéptico. La fortaleza, la libertad nacida de la fuerza y del exceso de fuerza del espíritu se prueba mediante el escepticismo.
Friedrich Nietzsche
Nadie puede usar la palabra progreso si no tiene un credo definido y un férreo código moral. La misma palabra 'progreso' indica una dirección; y en el mismo momento en que dudamos respecto a la dirección, pasamos a dudar en el mismo grado del progreso.
Gilbert Keith Chesterton
El amor es tan sencillo.
Jacques Prévert
Cuando digo Humanidad exagero, porque creo que Humanidad no hay; hay seres humanos. Llevamos dos mil años desde la Antigua Grecia, se ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, casi inverosímil pero seguimos matándonos unos a otros, no sabiendo vivir juntos en este planeta. El hombre no ha madurado bastante.
José Luis Sampedro
Yo entiendo que la posibilidad de matarse constituye una válvula de seguridad. Teniéndola, el hombre no tiene derecho a decir que la vida es insoportable.
León Tolstói
Las espadas han sido concedidas para que ninguno sea esclavo.
Lucano
No me gustan mucho los ciegos, como a la mayoría de los sordos.
Luis Buñuel
Soñador y dramaturgo, zurdo, prestidigitador del sentido absurdo de la vida.
Nach
Si estoy en carne viva, no me tires alcohol, curame con saliva.
Ramón Melendi
Es fácil reconocer si el hombre tiene gusto: la alfombra debe combinar con las cejas.
Salvador Dalí
No hay un espíritu bien conformado al que le falte el sentido del humor.
Samuel Taylor Coleridge