Pueden decir todo lo bueno que quieran de nosotros, pero nunca nos dirán nada nuevo.
François de La Rochefoucauld
Tú y yo somos dos tablas que alguien cortó en el bosque a un árbol milenario.
Gonzalo Rojas
El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella.
Lord Byron
Cualquier imbécil puede derribar un granero pero se necesita un buen carpintero para construir uno.
Lyndon B. Johnson
El mayor terror de los talibanes ha resultado ser un niña de 14 años armada con unos libros.
Malala Yousafzai
Es un crimen más grande matar a una hormiga que a un hombre porque el hombre reencarna, mientras la hormiga muere definitivamente.
Maximiliano Hernández Martínez
No es dichoso el reputado por tal, sino el que se lo cree.
Michel de Montaigne
La verdad no pertenece al orden del poder y en cambio posee un parentesco originario con la libertad: otros tantos temas tradicionales en la filosofía, a los que una historia política de la verdad debería dar vuelta mostrando que la verdad no es libre por naturaleza, ni siervo el error, sino que su producción está toda entera atravesada por relaciones de poder. La confesión es un ejemplo.
Michel Foucault
La felicidad es como una mariposa, cuanto más la persigues, más te eludirá. Pero si vuelves tu atención a otras cosas, vendrá y suavemente se posará en tu hombro.
Nathaniel Hawthorne
La única persona que necesitas en tu vida, es aquella que te demuestre que te necesita en la suya.
Oscar Wilde
Los buenos pensamientos no son mejores que los buenos sueños, si no los persigues.
Ralph Waldo Emerson
No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies.
Robert Louis Stevenson
Y aunque suene tonto, tú eres mi destino. 108 Kms.
Roque Valero
Algunos piensan que Google es Dios, otros piensan que es Satán, pero recuerden, pueden ir a Google y buscar otra pagina similar.
Sergey Brin
Porque morir no duele, lo que duele es el olvido.
Subcomandante Marcos
El hombre medieval vivía efectivamente en un mundo poblado de significados, remisiones, sobresentidos, manifestaciones de Dios en las cosas, en una naturaleza que hablaba sin cesar un lenguaje heráldico, en la que un león no era solo un león, una nuez no era solo una nuez, un hipogrifo era tan real como un león.
Umberto Eco