Antes de desear ardientemente una cosa, debemos cerciorarnos cuidadosamente de la felicidad que proporciona al que la posee.
François de La Rochefoucauld
A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad.
Albert Camus
Comenzaron las clases. ¡Cuántas alegrías e impresiones nuevas me proporcionaban los días de escuela! Cada día se enteraba uno de algo nuevo, cada lección descubría alguna faceta aún desconocida de la vida.
Aleksandr Kótov
Si no entras en la madriguera del tigre, no puedes coger sus cachorros.
Anónimo
El alma del que sufre es noche triste.
Estanislao del Campo
Que no se preocupen los vecinitos del norte, que no pretendo ejercer mi cargo hasta los 100 años.
Fidel Castro
El liberalismo es la suprema generosidad: Es el derecho que la mayoría otorga a la minoría aunque ese enemigo sea débil.
José Ortega y Gasset
Con la realidad española, que es materia de legislación, ocurre algo semejante a lo que pasa con el lenguaje; el idioma es antes que la gramática y la filología y los españoles nunca nos hemos quedado mudos a lo largo de nuestra historia, esperando a que vengan a decirnos cuál sea el modo correcto de hablar o cuál es nuestro genio idiomático.
Manuel Azaña
El conocimiento es problema de la ciencia y ésta no admite ni la menor deshonestidad ni la menor presunción; lo que exige es ciertamente lo contrario; honestidad y modestia.
Mao Zedong
Predeterminar, imaginar lo que va a pasar o calificarlo, son demasiadas presunciones y obviamente prefiero no participar en esa proposición.
Marcelo Bielsa
Desgraciadamente, pocas personas piensan sacar partido a una pasión.
Matthew Arnold
El año que es abundante de poesía, suele serlo de hambre.
Miguel de Cervantes
Ahora sé que no cambiaría nada demostrar que la vida que vivimos no es sino el sueño de otro.
Orhan Pamuk
Todo hombre lleva en sí un dictador y un anarquista.
Paul Valéry
La mente es un sirviente maravilloso, pero un amo terrible.
Robin S. Sharma
Se preguntó por qué ella, a la que le costaba tanto hablar de sí misma con gente a la que veía cara a cara, podía confiarle, sin la menor preocupación, sus secretos más íntimos a una pandilla de chalados completamente desconocidos de Internet.
Stieg Larsson