Los viejos se consuelan dando buenos consejos porque no pueden dar malos ejemplos.
François de La Rochefoucauld
¡Estábamos vivos! Y el hecho de estar a las puertas de la muerta hacía que cobrara más importancia.
Becca Fitzpatrick
Cuando pedimos consejo lo que esperamos a menudo es más bien aprobación.
Charles Caleb Colton
Si no hubiera mujeres sobre la tierra, los hombres serían ángeles; pero se aburrirían mucho.
Charles Narrey
El Maestro dice: El pródigo es arrogante y el avaro es mezquino. Es preferible la mezquindad a la arrogancia.
Confucio
La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder.
Eduardo Galeano
Los conflictos ocurren porque tenemos creencias distintas en la parte superior (neocórtex), mientras que todos compartimos las creencias básicas.
Eduardo Punset
El liberal español unía al defecto común a todos los liberales del mundo, a saber, una ceguera de colores que sólo le permitía ver el antiliberalismo negro, pero no el rojo: la vieja tradición anticlerical.
Gregorio Marañón
El actuar con sentido común según el momento es la mejor sabiduría y la mejor filosofía.
Horace Walpole
Creo que la prestación de servicio útil es el deber común de la humanidad y que solo en el fuego purificador del sacrificio se consume la escoria del egoísmo y se libera la grandeza del alma humana.
John D. Rockefeller
Hay momentos en los que Dios exige obediencia, pero hay momentos en los que desea probar nuestra voluntad y nos desafía a entender su amor.
Paulo Coelho
Pues aunque el dar la acción es más noble y más singular, es mayor bajeza el dar para quitarlo después.
Pedro Calderón de la Barca
Es un deber de hombre el emprender la conquista de su, personalidad; es menester que su desarrollo sea su obra propia.
Pierre-Simon Ballanche
Cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la palabra.
Rosa Montero
Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.
Wayne Dyer
El hermoso sueño del Paraíso... ¿Lo conoce? En el Paraíso, los hombres ya nada desean, ya nada anhelan, allí ya no conocen la compasión ni el amor, allí solamente existen almas dichosas, a las que se les ha extirpado la fantasía con una operación (pues de lo contrario no serían felices).
Yevgueni Zamiatin