Hay cierta clase de defectos que, sabiendo sacar partido de ellos, lucen más que la misma virtud.
François de La Rochefoucauld
Los medios sociales han sido la única forma para mucha gente de dar salida a sus frustraciones.
Biz Stone
De todos es errar; sólo del necio perseverar en el error.
Cicerón
Cuando la vida es la expresión del estado interior de felicidad, descubrimos unas reservas inmensas de poder en nosotros mismos.
Deepak Chopra
Cuando nace un niño, como de costumbre, se enciende una estrella, para que lo alumbre.
Eladia Blázquez
Madre estaba hermosa cuando murió. Los serafines son artistas solemnes. La iluminación que no viene sino una sola vez, se posó sobre sus facciones y parecía como esconder un cuadro al ponerla en la tumba.
Emily Dickinson
El veneno es veneno aunque venga en píldoras doradas.
Erich Fromm
Toda la libertad para la verdad, ninguna libertad para el error.
Gabriel Arias-Salgado
Un hombre, sea quien sea, que no tiene oficina adonde acudir, lleva consigo una desgracia de la que no puedes hacerte una idea.
George Bernard Shaw
Seré un desgraciado, pero no un desgraciado cabrón.
George Clooney
Unamos nuestros pulmones con vuestros corazoncitos para lanzar este grito ¡¡¡Viva México, cabrones!!!
Joaquín Sabina
Una de las escuelas de Tlön llega a negar el tiempo: razona que el presente es indefinido, que el futuro no tiene realidad sino como esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sino como recuerdo presente.
Jorge Luis Borges
Unos gustan decir lo que saben; otros lo que piensan.
Joseph Joubert
Nuestros paladines de la pequeña burguesía quieren precisamente que se conserve la sujeción del campesino a la tierra, pero rechazan el régimen de la servidumbre, el único que garantizaba esta sujeción y fue desterrado sólo por la economía mercantil y por el capitalismo que la hicieron imposible.
Lenin
En aikido no hay formas ni modelos. Los movimientos naturales son los movimientos del aikido. Su profundidad es insondable e inagotable.
Morihei Ueshiba
No pidas una carga ligera, pide unas espaldas fuertes.
Theodore Roosevelt