Los celos son resultado más del amor propio que del verdadero amor.
François de La Rochefoucauld
Trátame como debes tratarme, no como merezco ser tratado.
Antonio Porchia
La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón... Es la lengua universal de la humanidad.
Astor Piazzolla
La Historia nos enseña dos cosas: que jamás los poderosos coincidieron con los mejores, y que jamás la política fue tejida por los políticos.
Camilo José Cela
Leer les agrandará, chicos, el deseo, y el horizonte de la vida.
Ernesto Sabato
Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable. Esa negación, esa sagrada rebeldía, es la grieta que abrimos sobre la opacidad del mundo. A través de ella puede filtrarse una novedad que aliente nuestro compromiso.
Las condiciones climáticas en los establos tienen, junto a la alimentación y al método de cría, una influencia decisiva en el rendimiento y en la salud de los animales.
Ernst Neufert
Ningún mortal se debe hacer ilusión de ser más temido que los dioses.
Fidel Castro
La voz de la envidia es el pregón de la inferioridad del envidioso.
Ignacio Manuel Altamirano
Pobre o rico, poderoso o débil, todo ciudadano ocioso es un pícaro.
Jean-Jacques Rousseau
La verdadera enseñanza no es aquella que infunde nociones bien definidas, sino la que capacita para que cada uno se forme por si mismo buenas nociones.
Joseph-Marie Degérando
No he discutido con ella en dieciocho meses. Es que no me gusta interrumpirla.
Juan Verdaguer
Los niños son siempre el símbolo del eterno matrimonio entre el amor y el deseo.
Oscar Wilde
¿Cómo se mejora un argumento? Mejorar o espesar un argumento consiste en crearle complicaciones al héroe o quizás a sus enemigos. Estas complicaciones tienen efecto cuando cobran forma de acontecimientos inesperados. Si el escritor es capaz de espesar el argumento y sorprender al lector, lógicamente, la trama mejora.
Patricia Highsmith
Los edificios arden, las personas mueren, pero el amor verdadero es para siempre.
Rochelle Davis
La soledad es la sala de audiencias de Dios.
Walter Savage Landor