El mayor esfuerzo de la amistad no es mostrar nuestros defectos al amigo, sino hacerle ver los suyos.
François de La Rochefoucauld
Los colosos financieros que se han cruzado en mi camino -editores, marchantes de obras de arte, banqueros, productores cinematográficos- eran sin excepción seres idiosincrásicos, excéntricos, irracionales y fundamentalmente ingenuos; casi la antítesis exacta de la imagen popular del hombre de negocios duro y astuto.
Arthur Koestler
El bienestar de la humanidad, su paz y seguridad son inalcanzables, a menos que y hasta que su unidad esté firmemente establecida. Esta unidad no podrá jamás lograrse mientras se permita que los consejos que ha revelado la Pluma del Altísimo pasen desatendidos.
Baha'ullah
Cuando los científicos se ven enfrentados con una expresión de la cultura tradicional empiezan a sentirse incómodos.
Charles Percy Snow
La mentira es una de las tantas convenciones que un creador acepta para decir su verdad.
Dalmiro Sáenz
Anárquico es el pensamiento y hacia la anarquía va la historia.
Giovanni Bovio
Vemos las cosas no como son, sino como nosotros somos.
Henry Major Tomlinson
Las mujeres son como la sopa: no hay que dejarlas enfriar.
Jean Anouilh
Todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad.
Julio Verne
Hay cosas que son ciertas, no importa si las crees o no.
Nicolas Cage
Hay algo terriblemente trágico acerca del gran número de jóvenes en Inglaterra que actualmente empiezan una vida con perfiles perfectos y terminan adoptando una profesión útil.
Oscar Wilde
El hábito no hace al monje.
Proverbio
Este deseo sin límites me impulsa, como a un toro con anillo en la nariz y cadena en el anillo...
Robert Lowell
Las reglasmilitares son cinco: medición, valoración, cálculo, comparación y victoria.
Sun Tzu
El genio en la tierra es Dios que se da. Cada vez que aparece una obra maestra, es una distribución de la Divinidad que se hace a los hombres. La obra maestra es una especie de milagro.
Victor Hugo
Al declararse un incendio o la noticia inesperada de una muerte, en el primer momento de terror, que es un momento de enmudecimiento, nos invade un oscuro sentimiento de culpa, ese reproche amorfo que nos dice: di pues, ¿No lo sabías?
Walter Benjamin