Es más fácil conocer al hombre en general que a un hombre en particular.
François de La Rochefoucauld
Es muy importante decir lo que se piensa, aún estando equivocado.
Alejandro Sanz
Mientras la historia dura, un filósofo no puede actuar en la historia, pero como la historia ha terminado, el filósofo puede muy bien participar en la gestión de los asuntos.
Alexandre Kojève
Cuando exista un Día del Macho Ibérico o un Día de la Tía Salida me parecerá bien que haya un Día del Orgullo Gay.
Antonio Burgos
Tienes un crío, si de verdad quieres mantenerlo tienes que sacar partido a lo que sabes hacer. Y lo que sabes hacer es... ¡tachán!
Ben Mendelsohn
Latoso es el que nos quita la soledad y nos da la compañía.
Benedetto Croce
No importa lo elocuente que ladre un perro; nunca podrá decirte que sus padres fueron pobres pero no honestos.
Bertrand Russell
Una visita siempre agrada, si no cuando llega, al menos cuando se va.
Emmanuel Carrère
Acá asaltaron a Rambo, refiriéndose a los alrededores de la cancha de San Lorenzo.
Héctor Veira
El mundo está lleno de sufrimiento pero también de superación del mismo.
Helen Keller
No todo el mundo se siente cómodo con la idea de que la política es una adicción culpable. Pero lo es. Ellos son adictos y son culpables de mentir y engañar y robar - como todos los adictos. Y cuando entran en un frenesí, van a sacrificar cualquier cosa o alguien, para alimentar su hábito cruel y estúpido, y no hay ninguna cura para ella. Ese es el pensamiento adictivo. Así es la política...
Hunter S. Thompson
La conclusión es siempre la misma: ¿Qué es la humanidad básica del personaje? ¿Cómo puedo hacer que resuene en el lector?
Len Wein
En el amor es lo mismo que en la guerra; plaza que parlamenta está medio conquistada.
Margarita de Valois
Es magnifico, pero eso no es la guerra.
Pierre Bosquet
Los hijos, cuando son pequeños, entontecen a sus padres; cuando son mayores, los enloquecen.
Proverbio Inglés
Digo la tara, y no me entiende nadie; digo la tara y la rejama, y ya me entienden muchos; digo por fin la tara y la rejama, el tomero y el romillo y veo que me entienden todos. El injusto poder de convicción de los sistemas viene del hecho -por lo demás, epistemológicamente necesario- de que el cerebro humano sea tan inercialmente, tan formalísticamente, analógico y combinatorio.
Rafael Sánchez Ferlosio