El apresurarse demasiado en satisfacer una obligación respecto a otra persona arguye una especie de ingratitud.
François de La Rochefoucauld
Es difícil el equilibrio entre el caos y el exceso de orden.
Albert Jacquard
Para vivir en paz es más necesarioocultar los propios méritos que los defectos.
Anne Claude de Caylus
Había sido honrado, cabal como una escalera de póquer del as al cinco, hasta que se lió con la bofia. Se convirtió en uno de ellos. Su mujer agotó la paciencia y le abandonó.
Dashiell Hammett
La conciencia es un singular del que se desconoce el plural.
Erwin Schrödinger
No es de extrañar que troyanos y griegos empuñen las armas por la princesa Helena, que respira el aire del alto Olimpo. Siéntate, niña querida; esta guerra no es tuya, sino de los Inmortales.
Evelyn Waugh
Preparar un discurso de diez minutos me cuesta un par de semanas; un discurso de una hora, una semana, y un discurso de dos horas siempre puedo improvisarlo.
Harold Wilson
No hay libertad con hambre.
Ildefonso Falcones
Yo quiero un amor lleno de sollozos y lágrimas, un amortriste como un cielo otoñal.
Jean Moréas
¡El amor no quiere decir nada, Goldman! ¡El amor es un truco que se inventaron los hombres para no tener que lavarse la ropa!
Joël Dicker
La soledad es a veces la mejor compañía, de modo que un corto retiro acelera un dulce retorno.
John Milton
Quiero pedir disculpas a todas aquellas personas a las que he decepcionado a causa de mi comportamiento, que ha perjudicado a mi familia, amigos, compañeros y socios.
Kate Moss
Cuanto más adornada, más fea era.
Ludovico Ariosto
El amor es sin duda el más intenso de los sentimientos porque es una suma de muchos; en el amor, como yo lo entiendo, confluyen la necesaria química entre dos personas, el erotismo, la lealtad y la más absoluta sinceridad.
Luis Sepúlveda
El dinero envenena cuando se tiene y mata de hambre cuando se carece de él.
Máximo Gorki
Siempre escribía. He escrito historias desde que tenía 9. No teníamos una computadora en casa, pero mi tía Magda tenía una. Siempre que me gustaba ir a su casa, que estaba en el sótano trabajando en su computadora, escribiendo historias.
Xavier Dolan