Esa clemencia, de la que se hace una virtud, a veces se practica por vanidad, otras por pereza, a menudo por miedo, y casi siempre por esas tres razones juntas.
François de La Rochefoucauld
Hay instintos más profundos que la razón.
Arthur Conan Doyle
Los programas de software libre no ofrecen una garantía de calidad suficiente.
Bill Gates
La gente ya no lo podía çufrir: quexávase del largo viaje.
Cristóbal Colón
Bien sabido es que la ambición tanto puede volar como arrastrarse.
Edmund Burke
La caza es siempre una forma de guerra.
Goethe
Los ricos gastan menos de lo que ingresan, y el resto lo invierten para seguir aumentando su patrimonio. De esta forma consiguen algo que a primera vista puede parecer imposible; gastar cada vez más dinero y a la vez tener un patrimonio cada vez mayor.
Gregorio Hernández Jiménez
A su lado, tenía la sensación de que finalmente la vida volvía a pertenecerme.
Haruki Murakami
Hay personas que no pueden contar con nada, ni siquiera con el azar, pues hay existencias sin azar.
Honoré de Balzac
La grandeza de un hombre está en relación directa a la evidencia de su fuerza moral.
John F. Kennedy
Hemos trabajado con la esperanza de que nuestra labor coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad.
Luis Barragán
La conquista propia es la más grande de las victorias.
Platón
El amor es ciego. Practica Braile con tu amada.
Roberto Fontanarrosa
El mundo, día de un año, cuantos amantes se dan la mano sin ver distancias ni cercas, ni mares, ni largos años frente a los prejuicios se ven hermosos y dicen que al fin nunca llegan tarde para que un amor los haga dichosos y así dan cuenta de un buen amor.
Silvio Rodríguez
Marx explica de forma admirable el mecanismo de la opresión capitalista; pero lo explica tan bien que cuesta imaginar cómo podría dejar de funcionar dicho mecanismo.
Simone Weil
Tuve la suerte de tener algunos profesores buenos en mi juventud, hombres y mujeres que se introdujeron en mi pequeña cabeza y encendieron una cerilla.
Yann Martel