La humildad es el altar sobre el que Dios quiere se le hagan los sacrificios.
François de La Rochefoucauld
No hay nada en el mundo más obstinado que un cadáver: usted puede golpearlo, usted puede romperlo en pedazos, pero usted jamás podrá convencerlo.
Aleksandr Herzen
Cuando no sea más nada, ¿no seré más nada?¡Cómo quisiera no ser más nada cuando no sea más nada!.
Antonio Porchia
Si aún somos gallegos es por obra y gracia del idioma.
Castelao
Solo son grandes entre los hombres el poeta, el sacerdote, el soldado. El hombre que canta, el hombre que sacrifica y que se sacrifica. E1 resto es digno del látigo. Desconfiemos del pueblo. del buen sentido, del corazón. de la inspiración y de la evidencia.
Charles Baudelaire
Nadie ha visto aún las arrugas verdes de mi frente, ni los huesos que sobresalen de mi rostro descarnado, semejantes a las espinas de un gran pez.
Conde de Lautréamont
Aquí ha empezado para mí lo que llamaré la efusión del sueño en la vida real. A partir de este instante, todo tomaba a veces un aspecto doble -y esto, sin que al razonamiento faltara lógica jamás, sin que la memoria perdiera los más ligeros detalles de lo que me sucedía. Solamente mis acciones, insensatas en apariencia, estaban sometidas a lo que se llama ilusión, según la razón humana...
Gérard de Nerval
El alma no encuentra en el crisol de la experiencia sino el oro que ha vertido en él.
Henri-Frédéric Amiel
Cuantas más personas matas, más fácil te resulta hacerlo.
James Gandolfini
Este pueblo de labios me honra; pero su corazón está lejos de mí
Jesús de Nazaret
De Juana Chaos es una escoria social que produce repugnancia verle libre.
José Bono
Antiquísimo pecado es seducir a la mujer ajena y despreciar el vínculo sagrado.
Juvenal
La arquitectura no existe. Existe una obra de arquitectura.
Louis Kahn
La resistencia de los líderes empresariales a una política de gasto gubernamental se agudiza cuando consideran los objetos en que se gastaría el dinero: inversión pública y subsidio al consumo masivo.
Michał Kalecki
La religión es una cosa bien sencilla: primero, amar y servir a Dios, segundo amar y servir al prójimo.
Robert Baden-Powell
Realmente, hay que tomarse muy en serio los sueños.
Tadao Ando