Y si fuera pintor, ¡con qué cuidado, con mi pincel, por el amor guiado, diluirÃa en la cándida vitela de un abanico tu sutil figura, entre el rosa fragante y la frescura de un florido paisaje de acuarela!
Francisco Villaespesa
El desvanecimiento de los ideales es la triste prueba de la derrota del esfuerzo humano.
Alfred North Whitehead
Quien lucha, puede perder; quien no lucha, ya perdió.
Anónimo
Haz siempre lo que te salga del corazón (como ahora) y no temas equivocarte.
Armando Palacio Valdés
La honestidad es la mejor polÃtica.
Benjamin Franklin
El noble no expresa nunca su parecer sobre las cosas que no comprende. Busca la máxima precisión en sus palabras; esto es lo más importante.
Confucio
Mi objetivo no es llegar a la final por la corona, derrotando a todos mis oponentes en el camino. Lo que quiero es superar el nivel creativo del actual campeón del mundo.
David Bronstein
Si no existieran dificultades no habrÃa éxitos.
Domingo Faustino Sarmiento
El orden de castias, que es la ley suprema, dominante, es sólo la sanción de un orden natural, de una legalidad natural de primer rango sobre la que ningún capricho, ninguna idea moderna tiene poder.
Friedrich Nietzsche
Nada podemos esperar si no es de nosotros mismos.
José Gervasio Artigas
Todos los trajes de las mujeres son solamente una transacción entre el deseo manifiesto de vestirse y el deseo encubierto de desnudarse.
Lin Yutang
Hay grandes ideales sin descubrir, adelantos disponibles que pueden remover una de las capas protectoras de la verdad.
Neil Armstrong
El que menos corre, vuela.
Proverbio
Después del vestuario viene el esqueletario.
Ramón Gómez de la Serna
El vampiro está propenso a ser vÃctima de vehementes pasiones, parecidas a las del amor, ante determinadas personas. Para obtener su sangre, pone en juego una paciencia infinita y recurre a toda clase de estratagemas a fin de superar los obstáculos que le separan del objeto deseado. No desiste de su empresa hasta que su pasión ha sido colmada y ha podido sorber la vida de la codiciada vÃctima.
Sheridan Le Fanu
No hay hombre más digno de estimación que el médico que, habiendo estudiado la naturaleza desde su juventud, conoce las propiedades del cuerpo humano, las enfermedades que le atacan y los remedios que pueden beneficiarle y que ejerce su arte.
Voltaire