Cuando en mi devastado país la primavera decida que ya es tiempo de florecer de nuevo, tendrá el abono de la osamenta humana que dispersó en todos lados la danza de la muerte.
Francisco Morales Santos
Cualquier estado forzado a dedicar muchas de sus energías en controlar física y psicológicamente a millones de sus propios súbditos, no podría sobrevivir indefinidamente.
Andréi Amalrik
Me gusta mezclar mi look. Si mi pelo esta rizado, me gusta llevar un vestido largo, me gusta que sea negro, y que lleve accesorios de calaveras también, o Converse. ¿People Magazine?
Avril Lavigne
¿Sabes? todas mis canciones podían estar mejor escritas. Esto es algo que me preocupaba antes, pero ya ha dejado de preocuparme. Nada es perfecto, y por eso no tengo por qué esperar que yo sea perfecto.
Bob Dylan
Sólo vienen aquí al lío, qué pena de tele.
Francisco Camps
¿Vamos a permitir que nos invadan las ideas de unos dementes y cursis?
Gustavo Bueno
En el clamor de la multitud, en los aplausos y en las burlas, o en el cariño de los demás, no encontramos el triunfo o la derrota; sólo se encuentra dentro de nosotros mismos.
Henry Wadsworth Longfellow
Una sabiduría múltiple no enseña la cordura.
Heráclito
Es mucho más fácil reconocer que hace diez años hicimos el imbécil que reconocer que lo hicimos hace diez minutos.
Jaume Perich
Un crítico es una lombriz de cebo en el hígado de la literatura.
Lawrence Durrell
Se en esta vida como si fueras un extranjero o un pasajero.
Mahoma
La razón es una olla de dos asas: lo mismo puede cogerse por la derecha que por la izquierda.
Montesquieu
La apatía es la solución, es decir, resulta más fácil abandonarse a las drogas que enfrentarse a la vida, robar lo que uno quiere que ganárselo, pegar a un niño que enseñarlo. Por otra parte el amor requiere esfuerzo, trabajo.
Morgan Freeman
El amor a la patria es más patente que la razón misma.
Ovidio
La vida termina como el resplandor de un film, una chispa en la pantalla.
Ray Bradbury
Dice la vida, dicen los diarios que los músicos dejan la vida encima del escenario.
Rodrigo Bueno