La palabra es no sólo la identidad del mensaje y del mensajero, es su ángel guardián.
Francisco Garzón Céspedes
Un escritor raramente está tan bien inspirado como cuando habla de sí mismo.
Anatole France
La vida es como una bicicleta de diez velocidades. Hay algunas que la mayoría nunca usamos.
Charles M. Schulz
Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.
Ernesto Sabato
No me gustan los paisajes, ni las cosas; amo a las gentes, me intereso por las ideas, los sentimientos.
François Truffaut
Los nombres propios designan fuerzas, acontecimientos, movimientos y móviles, vientos, tifones, enfermedades, lugares y momentos antes que personas. Los verbos en infinitivo designan devenires y acontecimientos que desbordan modas y tiempos.
Gilles Deleuze
Moisés nos arrastró 40 años por el desierto, para traernos al único lugar en todo el Medio Oriente donde no hay petróleo.
Golda Meir
Siempre creí que lo bueno no era sino lo bello puesto en acción, que lo uno estaba íntimamente ligado con lo otro, y que ambos procedían de un origen común dentro del orden de la Naturaleza.
Jean-Jacques Rousseau
Y aunque quiera olvidar no se me olvida, que no puedo olvidarte.
Joaquín Sabina
La perfección es la hija del Tiempo.
Joseph Hall
Tú serás el cincel, noble señora, que labre el mármol del ingenio mío.
Marcelino Menéndez Pelayo
La amistad es el más alto grado de perfección de la sociedad.
Michel de Montaigne
Mañana muchos maldecirán mi nombre.
Piedad Córdoba
Nuestro conocimiento del momento presente, por el carácter fugaz que éste tiene, sólo puede ser determinado en función de otros momentos que no son este momento.
Salvador Elizondo
Me gustaría que la gente se refiriese a mí como El Gran Aristóteles porque Aristóteles dijo una vez que la excelencia no es un acto singular sino un hábito y tú eres lo que haces repetidamente.
Shaquille O'Neal
La gruesa bestia tiene como fin la existencia. Yo soy el que soy. Ella también lo dice. Le basta con existir, pero no puede concebir ni admitir que otra cosa exista. Siempre es totalitaria.
Simone Weil