El amor es un trapecio de la esperanza.
Francisco Garzón Céspedes
El nacionalismo es como una ventosidad; algo placentero para quien lo emite, pero desagradable para quien lo siente.
Albert Boadella
Siento miedo al pensar que esta complicidad algún día vaya a terminar, miedo a no volver a ver tus ojos desvistiéndome como lo hacen cada anochecer.
Amaia Montero
¡No la llamemos nación -a Polonia-; llamémosla sepulcro!
Antonio Aparisi y Guijarro
Discuto muy bien. Preguntad a alguno de los amigos que me quedan. Puedo ganar una discusión sobre cualquier tema, contra cualquier oponente. La gente lo sabe, y me evita en las fiestas. A veces, como signo de gran respeto, ni siquiera me invitan.
Dave Barry
El dinero - el dinero, como todo lo demás - es un engaño y una desilusión.
H. G. Wells
Si la culebra pudiese hablar, sería el mayor calumniador del león. Los hombres reptiles por eso persiguen con su lengua a las almas superiores.
Ignacio Manuel Altamirano
Para el naturalista todo está en el método.
Iván Pávlov
No figuraba nombre alguno en la puerta, sólo una foto prendida con unas chinchetas y con los cantos doblados, que representaba el cuerpo sin vida de Manuel Montoliu, ex matador de toros reciclado a peón después de que un animal llamado Cubatisto le abriera el corazón como un libro el 1 de mayo de 1992: Ferrer dio dos ligeros golpes sobre aquella foto.
Jean Echenoz
Allí donde hay amor, hay vida; el odio conduce a la destrucción.
Mahatma Gandhi
El ejército debe fundirse con el pueblo, de suerte que éste vea en él su propio ejército. Un ejército así será invencible.
Mao Zedong
Lo importante ahora es no perder el rumbo ni bajar la intensidad del cambio.
Mariano Rajoy
Al morir dejo dos vencedores, dos Hércules en ciernes: Rusia y Estados Unidos de América.
Napoleón Bonaparte
Es poco todo el cuidado que se ponga en la elección de sus enemigos.
Oscar Wilde
El individuo no tiene que encajar con el modelo, el modelo tiene que encajar con el individuo. Mi respeto para el individuo es absoluto.
Osho
Lo reconocería únicamente por mi odio.
Prosper Jolyot de Crébillon