Cierto es que como grupo, mucho nos ha faltado una profunda reflexión acerca de que somos un país pobre, muy pobre! que demanda del liderazgo político total respeto a la institucionalidad, apego irrestricto a principios básicos como la democracia, la justicia, la tolerancia y la aceptación de que sin excepción estamos sometidos al imperio de la ley.