La práctica no es un medio para alcanzar la iluminación, sino la expresión de la iluminación innata.
Francisco Dokushô Villalba
Por desgracia, el deber no coincide siempre con el interés.
André Maurois
Gobierna tu negocio, o tu negocio te gobernará a ti.
Benjamin Franklin
El mundo es de los vivos.
Carlos Fuentes
El individualismo es la fe pública del capitalismo y, en la sociedad de masas, el esfuerzo de cada uno se apoya en las decenas o centenas de miles que hablan o intuyen el lenguaje de la superación, aportan su cuota de confianza y repiten, orgullosos, los proverbios antes escondidos en los almanaques y en la sabiduría de los viejos en los parques.
Carlos Monsiváis
Viajar es huir o buscar.
Diego Enrique Osorno
Ojalá que alguno de estos renglones pueda dar a quien lo lea, un reflejo modesto de su angustia, de su esperanza.
Guadalupe Amor
Sólo hay un camino para llegar, y mil para desviarse.
Jean de la Bruyere
La innovación constante es la única forma de mantenerse competitivo, porque ninguna ventaja es sostenible en el largo plazo.
Jorge González Moore
No menos alcance tendrá nuestro triunfo en los países americanos de habla española, y ante todo en lo más avanzados: Argentina, Brasil, Uruguay y Chile.
José Díaz Ramos
Somos lo que pretendemos ser, así que elige bien lo que pretendes ser.
Kurt Vonnegut
Nunca es bueno hacer las cosas sin haber previsto antes todos los movimientos probables de la partida, sin haber calculado todas las posibilidades.
Matilde Asensi
Te tenés que animar, Es tiempo de cambiar.
Miguel Abuelo
Cuando el 8 de agosto de 1897 Cánovas del Castillo cayó muerto por un disparo terrorista, Iglesias dijo: Condenamos los crímenes de abajo tanto como los de arriba, aunque algunas veces los primeros sean corolarios de los segundos. Y añadía: No contribuyamos a convertir esta sociedad, inarmónica ya por antagonismo de intereses, en una sangrienta lucha de fieras.
Pablo Iglesias Posse
Administra desde la izquierda; lidera desde la derecha.
Stephen Covey
Una novela es el escape de una angustia por la válvula de la fantasía.
Wenceslao Fernández Flórez