Hay que dejar que las espintas de las dificultades ciñan nuestra cabeza y que la lanzada de la contradicción traspase nuestro corazón. Beber la hiel y tragar el vinagre... puesto que Dios así lo quiere.
Francisco de Sales
La memoria es un gran artista: hace de la propia vida una obra de arte y un documento falso.
André Maurois
Siempre queremos que lo maravilloso nos deslumbre; que se produzca de improviso, en un solo instante prodigioso... "Un milagro", pedimos. Y el milagro no tiene día siguiente, no es algo que se quede sucediendo.
Antonio Gala
Siempre hay que tener cuidado con los libros, y con lo que contienen, porque las palabras tienen el poder de cambiarnos.
Cassandra Clare
El pensamiento todavía es la mejor manera de huir del pensamiento.
Fernando Pessoa
El pueblo odia con encono al hombre creador.
Friedrich Nietzsche
Las mujeres abandonadas son las que simplemente aman; las conservadoras son las que saben amar.
Honoré de Balzac
Son esta raza y este país y esta vida los que me han producido -dijo-, Tengo que expresarme como soy.
James Joyce
El infierno es levantarte a las seis de la mañana e irte a currar a una fábrica. Nosotros somos una privilegiados.
Loquillo
El laissez faire no significa: Dejen que operen las desalmadas fuerzas mecánicas. Significa: Dejen que cada individuo escoja cómo quiere cooperar en la división social del trabajo; dejen que los consumidores determinen cuáles empresarios deberían producir. Planificación significa: dejen que únicamente el gobierno escoja e imponga sus reglas a través del aparato de coerción y compulsión.
Ludwig von Mises
El poeta piensa en un amplio compas la realidad, lo psíquico y lo social, y gracias a ellos consigue fecundos y maravillosos efectos.
Manuel Maples Arce
No hay que tener miedo a perder. De hecho, yo he perdido mucha más carreras de las que he ganado.
Miguel Indurain
Vivir plenamente produce un cansancio infinito, pero muy gratificante.
Ramón Buenaventura
La hiena ríe pues no piensa en el mañana.
Roberto Fontanarrosa
Cuando me despierto, voy a tropezones hasta el cuarto de baño y bebo grandes tragos de agua del grifo hasta que no puedo beber más. Me quito mis ropas sudorosas y me derrumbo de nuevo sobre la cama, desnuda, y de alguna forma vuelvo a encontrar el sueño.
Suzanne Collins
¡Terrible cosa, la felicidad! Creemos que con ella nos basta; y una vez en posesión de esta falsa meta de la vida, que es la felicidad, olvidamos el fin verdadero: el deber.
Victor Hugo