Es el que es perfecto amor.
Francisco de Rojas Zorrilla
El que habla diáfanamente, tiene diáfano su espíritu.
Bernardino de Siena
La medida y el medio son la culminación de la naturaleza humana. El estado en el cual aún no se manifiesta la esperanza, ni la ira, ni la tristeza, ni la alegría, se llama el medio. El estado en el cual ellas se manifiestan pero aciertan el ritmo justo se llama la armonía.
Confucio
Los que no hacen nada están siempre dispuestos a criticar a los que hacen algo.
Émile Deschanel
Quizá cada vez que amas sea la primera.
Federico Moccia
Mas en este mundo, debido a alguna enfermedad en la raíz de la psicología, necesitamos que se nos recuerde que una cosa es nuestra por medio de la posibilidad de que desaparezca.
Gilbert Keith Chesterton
Tú serás el cincel, noble señora, que labre el mármol del ingenio mío.
Marcelino Menéndez Pelayo
Si no es bajo su protección, no pongo un pie al otro lado de ese umbral. ¡Que Dios me ampare, el fantasma puede esperarme en la escalera y llevarme consigo al infierno!
Matthew Gregory Lewis
Es un enorme error pensar que el gran cambio tiene que venir desde los partidos políticos. No, tiene que venir desde cada uno. Los seres humanos tenemos que aprender a respetarnos a nosotros mismos y después respetar a los demás. No sé quién dijo que primero tenemos que aprender a tolerar, pero que mejor que eso es aprender a respetar al otro.
Mercedes Sosa
Un hombre no puede vivir sin mujer y, bien mirado, la mujer no es más que un repuesto para el hombre, una pieza de recambio.
Miguel Delibes
El egoísta tiene su corazón en la cabeza.
Ovidio
El talento solo no basta para hacer un escritor. Detrás del libro debe haber un hombre.
Ralph Waldo Emerson
¿Qué es más peligroso, este virus o los demócratas?
Sacha Baron Cohen
El amor es un fruto que madura en todas las estaciones y que se encuentra al alcance de todas las manos.
Teresa de Calcuta
Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse.
Truman Capote
Pasión es una especie de fiebre en la mente, que nunca nos deja más débil de lo que nos encontró.
William Penn