Virtud envidiada es dos veces virtud.
Francisco de Quevedo
Sin dogma no hay religión, sino simplemente espíritureligioso.
Adolf Pichler
He comprendido que hay dos verdades, una de las cuales jamás debe ser dicha.
Albert Camus
Somos seres sociables por naturaleza, estamos condenados a agruparnos para conquistar la victoria.
Alex Pimentel
La has llamado con los mejores nombres y aún no la quieres. Es que aun te falta llamarla con los peores nombres para quererla.
Antonio Porchia
Es difícil que un club, tras tantos años, mantenga la identidad, que siga siendo de sus socios y que además sea el club más importante del mundo.
Florentino Pérez
Cuando el juez se aparta de la letra de la ley, se convierte en legislador.
Francis Bacon
Inutilidad de los espejos, si tus uñas revierten imágenes de hielo, donde se apaga el sol de media noche hasta la aurora boreal de tu cuerpo.
Gonzalo Escudero
La llamaré mañana, hoy se me hizo tarde. Esa forma tan cobarde de no decirnos que no.
Joaquín Sabina
Los sueños de la juventud se estrellan contra la realidad de la vida cotidiana.
Julia Navarro
Los hombres justos toman tan en serio la justicia que, si dios no fuera justo, él no les importaría ni un comino.
Maestro Eckhart
Hoy el mundo se ha transformado en una inmensa carpa de cristal sin salida alguna y nuestra condena consiste en no poder abandonar nunca el tendido y estar obligados a consumir, repetir, comentar y reproducir inexorablemente las imágenes idiotas, violentas y anodinas, que nos sirve la historia a través de un laberinto de espejos.
Manuel Vicent
Los políticos necesitan los temores para controlar a la población. Los abogados necesitan los peligros para litigar y ganar dinero. Los medios necesitan historias de miedo para capturar al público. Juntos, estos tres estados son tan persuasivos que pueden desarrollar su labor incluso si el miedo es totalmente infundado, si no tiene la menor base real.
Michael Crichton
Yo creo que la terrible relación de la vida con la muerte nos viene dada desde que nacemos.
Miguel Delibes
Quién ganará la batalla de este amor desperdiciado, tú creyendo que me quieres, yo queriéndote creer, si yo te quiero aunque te calles y tú te callas si te quiero.
Ricardo Arjona
Mi patria es todo este mundo.
Séneca