No quieres inmortalidad porque lo dudas, sino porque la temes.
Francisco de Quevedo
Tengo el deber de exponer las cosas como son, no como deberían ser.
Alexander Hamilton
No pude elegir, a quienes me trajeron al mundo, pero puedo elegir a mi amigo. En ésta búsqueda, empeño mi propia alma, pues con una amistad verdadera. La vida se torna más simple, más rica y más bella.
Charles Chaplin
Ignoro lo que pueden ser los problemas puramente intelectuales.
Friedrich Nietzsche
La existencia del espíritu consiste en tenerse a sí mismo por objeto.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.
Goethe
Trabajar alegre y pacíficamente, sabiendo que los pensamientos y los esfuerzos traen inevitable resultados buenos.
James Allen
Una ola de una alegría más tierna escapó de su corazón para correrle en cálido torrente por las arterias. Como el tierno calor de las estrellas, rompieron a iluminar su memoria.
James Joyce
El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización.
Jean-Pierre Sergent
Adonde faltan hombres de valor, todo lo dificultoso se da por imposible, y depura flojedad no se emprende cosa buena.
Joaquín Setantí
El Capitalismo está agotado.
José Luis Sampedro
Ha de ser limpia la casa, y la conducta.
José Martí
Ustedes oyentes, los que me encontraron primero son, creo, el futuro de grandes pensadores de arte. Porque cualquiera que me encontró ahora realmente pienso está agarrando a las ideas que yo tengo, más que nada. Es sobre la música pero es también sobre el relato. Así que gracias a ustedes por amar y leer el relato y estar tan dentro de él y tan apasionados como yo estoy.
Lady Gaga
Nuestra alma, nuestro espíritu y nuestro cuerpo tienen exigencias generalmente contradictorias; creo difícil unir satisfacciones tan diversas sin envilecer a unas y sin desanimar otras, así que he disociado el amor.
Marguerite Yourcenar
Nada detiene a una raza animada de ideas que no se doblan, y sostenida por el austero afán de guardarse idéntica a sí misma. Nada, ni el acero de las armas, ni el oro de las opulencias, salva a una raza que pierde el carácter.
Rafael Barrett
Ni hay, señor, cosa que más valga en los caballos, en los perros y en los hombres, que la sangre.
William Makepeace Thackeray