El árbol de la vida es la comunicación con los amigos; el fruto, el descanso y la confianza en ellos.
Francisco de Quevedo
Si poca ciencia es peligrosa, ¿dónde está el hombre que tenga la suficiente para estar fuera de peligro?.
Aldous Huxley
Para quien razona y obra es una mala señal el no ser vilipendiado, insultado o amenazado.
Anatole France
La locura es un término muy general, no necesariamente se refiere a la demencia.
Blanca Miosi
Desde que me cansé de buscar he aprendido a hallar.
Friedrich Nietzsche
¿Qué es el hombre, ése semidios ensalzado? ¿No le falta la fuerza cuando más la necesita? Y cuando abre las alas en el cielo de los placeres, lo mismo que cuando se sumerge en la desesperación, ¿no se ve siempre detenido y condenado a convencerse de que es débil y pequeño, él, que esperaba perderse en el infinito?
Goethe
Cada loco con su tema, contra gustos no hay ni puede haber disputas, artefactos, bestias, hombres y mujeres, cada uno es como es, cada quién es cada cual y baja las escaleras como quiere.
Joan Manuel Serrat
La razón de que haya tan pocos matrimonios felices consiste en que las jóvenes casaderas consagran su tiempo a tejer redes en lugar de construir jaulas.
Jonathan Swift
No mendigues jamás calor y abrigo, que la lástima no llegue hasta tu puerta, el afecto prestado es el castigo que la vida por fácil siempre oferta.
José Larralde
Por otro lado, eres humano, así que debes de saber qué es el narcisismo.
Markus Zusak
Has hecho la tarea de un hombre común -prosiguió el enano-, no la de un verdadero héroe. El héroe realiza lo que ningún otro hombre osa realizar.
Michael Crichton
La amistad no puede vivir sin la estima; y esta es una de las muchas ventajas que tiene sobre el amor.
Mlle Fontette de Sommery
Sólo los profetas ven lo obvio.
Nelson Rodrigues
Queda a tu atención, lector. Yo te daré honestidad, tú muéstrame compasión.
Orhan Pamuk
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Proverbio
Hay una mente, una mente omnipresente y omnífica. Su nombre sagrado es el amor. ¡Oh verdad de sublime grandeza! Quien se nutre sacia con ella su alma constante, escapa con una bendición de este ínfimo mundo.
Samuel Taylor Coleridge