Aprendí a encontrar sin buscar.
Francis Picabia
Hablan cuanto quieren. ¡Que hablen! A mí, ¿qué me importa?
Anónimo
El valor de las opiniones se ha de computar por el peso, no por el número de las almas. Los ignorantes, por ser muchos, no dejan de ser ignorantes. ¿Qué acierto, pues, se puede esperar de sus resoluciones?.
Benito Jerónimo Feijoó
La riqueza es, pues, una medida para el grado de plenitud con que una persona que desarrolla su actividad económica en igualdad de situación con otras puede satisfacer sus necesidades.
Carl Menger
Mire, a mi no me conviene que publique que nací en Tacuarembó, pero haga lo que quiera.
Carlos Gardel
Las convicciones son prisiones.
Friedrich Nietzsche
El dictador más difícil de odiar es uno mismo.
Giulio Andreotti
En efecto, la dama que debía conducirme era, como ya lo dije, de una belleza perfecta y de un aspecto tan arrogante que al principio la tomé por la princesa misma.
Jan Potocki
Todo cuanto has oído sobre monstruos, sobre pesadillas, leyendas susurradas alrededor de una hoguera. Todas esas historias son ciertas.
Jared Harris
El rencor no se concibe -dijo-, ni siquiera cuando luchábamos contra algo que nos parecía que estaba mal.
John Carlin
Tú eres tu prójimo. Es una ilusión hacerte creer que tu prójimo es algo diferente a ti mismo.
Jostein Gaarder
Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor.
Mae West
Me asombra el mundo cada vez más, y los niños y la nieve me asombran; pero la sonrisa es verdadera, como el camino, ni dócil, ni servil.
Ósip Mandelshtam
Educadores y educandos se archivan en la medida en que, en esta visión distorsionada de la educación, no existe creatividad alguna, no existe transformación, ni saber. Sólo existe saber en la invención, en la reinvención, en la búsqueda inquieta, impaciente, permanente que los hombres realizan en el mundo, con el mundo y con los otros. Búsqueda que es también esperanzada.
Paulo Freire
Es la obligación del patriota proteger a su país de su gobierno.
Thomas Paine
¡Cuántas cosas extravagantes ha hecho decir el afán de decir cosas nuevas!.
Voltaire