¿Tengo yo la culpa de no poder soportar ahora un día de duda?
Fiódor Dostoyevski
Existirá la verdad aunque el mundo perezca.
Agustín de Hipona
La mente no se conforma; esta ahí. Su calidad depende del uso que hagas de ella.
Alejandro Jodorowsky
La verdad es que la mayoría de las mujeres son débiles, ya sean mortales o inmortales. Pero cuando son fuertes, son absolutamente imprevisibles.
Anne Rice
Las críticas adecuadas no se ocupan tanto de atribuir los errores a un rasgo de carácter como de centrarse en lo que la persona ha hecho y puede hacer.
Daniel Goleman
A veces me siento junto a la ventana, viendo al mundo pasar de mí. A veces pienso que no hay nada por lo que vivir y me hundo y lloro. A veces creo que estoy loco, estoy loco, oh muy loco ¿Qué hago aquí, estoy perdiendo el tiempo? Pero entonces miro a mi niña; de pronto no estoy tan loco. Todo cobra sentido cuando la miro a los ojos.
Eminem
Cuando todo el mundo ha probado una verdad y la ha encontrado buena, la convierte en proverbio.
Harold Hart Crane
El que fuese aficionado al baile era verdaderamente una ventaja a la hora de enamorarse.
Jane Austen
Quien se alimenta de ideas jóvenes, vive siempre joven.
José Martí
La condición necesaria para el frente único es tener un objetivo común... El hecho de que nuestro frente no logre estar unido demuestra que no hemos logrado unificar nuestros objetivos, y que algunos solo trabajan para grupitos o, de hecho, solo para sí mismos. Si todos nos orientamos a servir a las masas de obreros y campesinos, nuestro frente se unirá sin la menor duda.
Lu Xun
Si no tienes un pie sobre la tierra jamás podrás mantenerte sobre ella.
Odysséas Elýtis
Estoy entrando en la verdad, en la naturaleza.
Paul Gauguin
Quien actúa sobre los hombres para, adoctrinándolos, adaptarlos cada vez más a la realidad que debe permanecer intocada, son los opresores.
Paulo Freire
Tienes que ser un tonto si pretendes detener la marcha del tiempo.
Pierre-Auguste Renoir
El piloto muestra en la tempestad su saber y su valor.
Séneca
Los intentos de superar esa dualidad, de domesticar lo díscolo y domeñar lo que no tiene freno, de hacer previsible lo incognoscible y de encadenar lo errante son la sentencia de muerte del amor.
Zygmunt Bauman