Siempre se tiene una historia ¿Ha vivido usted sin historia? ¿Cómo se explica eso?
Fiódor Dostoyevski
Perdóname, pero es que tengo prisa, que he quedado con mi alma para pensar en ti.
Alejandro Sanz
La revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella.
Che Guevara
Madrid es una ciudad muy bonita y con sol casi todo el año.
Cristiano Ronaldo
Los programas de pruebas pueden ser una forma eficaz de encontrar errores, pero es completamente inadecuada para demostrar su ausencia.
Edsger Dijkstra
Da a la fe lo que es de la fe.
Francis Bacon
Acerquense al borde, les dijo. No podemos, tenemos miedo, contestaron. Acerquense al borde, repitio. Y se acercaron. Él los empujó... y levantaron vuelo.
Guillaume Apollinaire
Todo hombre puede transformar el mundo de la monotonía y falta de brillo a la diversión y aventura.
Irving Wallace
Miré un poco, y tan ágil y libre me sentía como si, abanicándome, las alas de Mercurio hubiesen en mis pies retozado: era leve mi corazón, y muchas delicias de mis ojos me estremecían.
John Keats
Puede usted decir si llegasen a matarme que perdono y bendigo a quienes lo hagan. Ojalá si, se convencieran que perderán su tiempo. Un Obispo morirá pero la Iglesia de Dios, que es el pueblo, no perecerá jamás.
Óscar Romero
La única forma de vencer una tentación es dejarse arrastrar por ella.
Oscar Wilde
Quería ser escritor desde los cuatro años, aunque hice de todo para retrasar el momento de empezar a escribir. Por eso, antes me dediqué a leer mucho.
Rabih Alameddine
El cuerpo de una mujer mayor, a diferencia del cuerpo de un hombre viejo, se entiende como un cuerpo que no permite exhibición, ofrecimiento ni desvelamiento.
Susan Sontag
Es fácil tener confianza en ti mismo y disciplina cuando eres un triunfador, cuando eres el número uno. Lo que necesitas es tener confianza y disciplina cuando todavía no eres un ganador.
Vince Lombardi
De dondequiera que usted sea, son sus propios amigos los que hacen su mundo.
William James
Vale más ser completamente engañado, que abrigar la menor sospecha.
William Shakespeare