A mí, cuando veo un muerto, la muerte me parece una partida. El cadáver me da la impresión de un traje abandonado. Alguien se fue y no necesitó llevar aquel traje único que había vestido.
Fernando Pessoa
Por otra parte, ya hemos establecido, como haremos de nuevo más adelante, que fuera de Dios no existe absolutamente nada y que él es una causa inmanente.
Baruch Spinoza
Cada cañón que se hace, cada buque de guerra que se echa al agua, cada cohete que se lanza significa, a fin de cuentas, que se está robando de los que tienen hambre y no son alimentados, de aquellos que tienen frío y no son vestidos.
Dwight D. Eisenhower
No es bueno que los hombres sepan hasta que punto somos buenos.
Gilbert Keith Chesterton
Estoy triste... y no sé por qué; he bebido amor, y aún tengo sed.
Gloria Fuertes
Más fácil es encontrar un amor apasionado que una amistad perfecta.
Jean de la Bruyere
Un líder enseña permanentemente.
Jorge González Moore
Salió a verlo al mirador;
José Martí
Aquel que dice cuanto piensa, piensa muy poco lo que dice.
Mariano Aguiló
La prosperidad del crimen es como el rayo, cuyos engañosos fuegos sólo embellecen un instante la atmósfera para precipitar en los abismos de la muerte al infeliz a quien han deslumbrado.
Marqués de Sade
Para acostumbrarse a la muerte, no hay como acercársele.
Michel de Montaigne
Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe, y en cenizas le convierte la muerte, ¡desdicha fuerte!
Pedro Calderón de la Barca
Nada expresa mejor nuestra aflicción que el no decir nada.
Richard Crashaw
Los padres, o por tener más experiencia que los hijos, o por ser hechura suya y conocer sus inclinaciones, o por haberlos criado y conocer de qué pie cojean, o por el amor entrañable que les tienen, son algo profetas de los bienes o de los males de los hijos.
Vicente Espinel
El matrimonio, como los injertos, prende bien o prende mal.
Victor Hugo
En los bunkers, todo aquel... Gran escándalo. Despilfarraron una buena porción de carne joven y patriótica para probar alguna nueva tecnología, conocían las defensas de los rusos, como se supo después, conocían los empos, armas de pulso magnético. Enviaron a esos chicos sin importarles nada, sólo para ver.
William Gibson