Cuando un libro me gusta me resisto a salir de él, y convertirlo en película es una buena excusa para profundizar en ese universo.
Fernando Meirelles
¿Y mi grito de ayer? Le puse al piano una sordina espiritual, y ahora sólo sabe quejarse con sonrisas que desdeñan la gloria.
Agustín Acosta
Cuando fui con todos mis kilos de sonatas y sinfonías bajo el brazo y se los di, le dije: Maestra, éste es mi premio, lo recibí yo, en fin, aquí están mis obras.
Astor Piazzolla
¿Cuál es el principio básico, el esencial, el crucial, que diferencia libertad de esclavitud?. Es el principio de acción voluntaria frente a la coerción física u obligatoriedad.
Ayn Rand
Cree en tu propio éxito, y lo tendrás.
Dale Carnegie
Las horas son largas y la vida es corta.
François Fénelon
¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?
Groucho Marx
El que se casa hace bien, y el que no se casa hace mejor.
James Howell
Aprendí que la valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el miedo. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.
Nelson Mandela
Bienaventurados los que no tienen miedo de esconder aquello que no saben.
Paulo Coelho
El tiempo es el recurso más escaso y al menos que se gestiona, nada más puede ser controlado.
Peter F. Drucker
No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante durante la infancia de una persona que la necesidad de sentirse protegido por un padre.
Sigmund Freud
Estábamos tan pobres, con un débil capital de un millón de yenes, y éramos muy conscientes de que corríamos un riesgo inmenso.
Soichiro Honda
Tres cosas son buenas en pequeña medida y malas en grande: la levadura, la sal y la duda.
Talmud
El arte no es en absoluto el fruto de las costumbres. el arte nada tiene que ver con la moral... Yo renunciaría con gusto a mis derechos de francés y de ciudadano por ver un cuadro auténtico de Rafael o una hermosa mujer desnuda...
Théophile Gautier
Había sido impotente para luchar contra ellos, y ahora era casi impotente para luchar por ellos. Los detestaba por haberle impuesto tal impotencia.
Ursula K. Le Guin