No vengo con ánimo de látigo pero si tengo que decidir lo haré y hoy mejor que mañana porque todo problema que no se arregla se pudre y es mejor decidir y equivocarse que no hacer nada.
Fernando Martín Álvarez
A mi orgullo lo encontré en un bar de mal beber, borracho.
Alejandro Sanz
Parece que decir adiós es algo negativo, y no.
Alfredo Landa
La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan.
Anatole France
Algo malo debe tener el trabajo, o los ricos ya lo habrían acaparado.
Cantinflas
La adulación es un comercio de mentiras, basado, de una parte, en el interés, y de la otra, en la vanidad.
Charles Rollin
Una alegre mañana la vida nació, en las sombras de un amanecer muerto.
Damon Albarn
El cine, su historia, su pasado y su presente, se aprende en la cinemateca. Sólo se aprende allí. Es un aprendizaje perpetuo.
François Truffaut
A lo único que tenemos que temer es al miedo por sí mismo.
Franklin D. Roosevelt
El verdadero talento y bondad no pasan mucho tiempo inadvertidos; aunque pasaran, el conocimiento de poseerlo y de usarlo bien, debe satisfacernos, la sencillez es el mejor encanto de todo poder.
Louisa May Alcott
Ordena tus problemas y dificultades. Así tendrás una parte de la solución. Lo que falta vendrá con mayor seguridad y menor dificultad.
Norman Vincent Peale
El guerrero sabe que las palabras más importantes en todas las lenguas son palabras pequeñas. Sí. Amor. Dios. Son palabras que salen con facilidad y llenan gigantescos espacios vacíos.
Paulo Coelho
El hombre era el animal narrador, la única criatura en el mundo que se contaba cuentos para comprender qué clase de criatura era. El relato era su derecho inalienable, y nadie podría privarlo de él.
Salman Rushdie
Recordar que se va a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder.
Steve Jobs
¿Qué motivo ha obligado al presidario a decir: soy un presidario? Pues bien, el motivo es extraño. Es por honradez.
Victor Hugo
Las palabras de un hombre muerto se modifican en las entrañas de los vivientes.
Wystan Hugh Auden