No temáis a los malvados. Tarde o temprano acaban por desenmascararse.
Ferdinando Galiani
Hagas lo que hagas, hazlo bien.
Abraham Lincoln
Dos almas con un mismo pensamiento, dos corazones con el mismo palpitar.
Baron Eligius Franz Joseph
Nunca les dejaré hacerte daño, lo prometo.
Gerard Way
Lo mío no es una poesía espontánea, que burbujea y sale por inspiración. Para mí escribir es escuchar algo que no se presenta de una manera clara y ver cómo eso -hermoso o terrible- se puede convertir en lenguaje... Y eso viene de muy adentro, porque los dioses, los monstruos, los demonios, habitan en lo profundo, en uno está colocarlos, ponerlos en su puesto...
Hanni Ossott
En el mundo hay cosas que es mejor no saber.
Haruki Murakami
Puede haber normas de conducta, pero no existen normas de camaradería humana.
Joseph Conrad
En caso de duda, utiliza la fuerza bruta.
Ken Thompson
Saber creyendo no saber, eso es lo excelso. No saber creyendo saber, eso es una enfermedad.
Lao-Tse
Lucho por hacerme un sitio, pero soy consciente de que somos muchos.
Maximiliano Gastón López
Las brujas no son mujeres. Son demonios con forma humana.
Octavia Spencer
Porque sólo los locos, los desequilibrados y los maniáticos pueden resistir largo tiempo al fuego del entusiasmo; el hombre sano debe contentarse con declarar que, sin una chispa de este misterioso fuego, la vida no vale la pena vivirse.
Robert Musil
Los ganadores han convertido la iniciativa en una pasión y en una práctica.
Seth Godin
Las cosas cambian. Y los amigos se van. Y la vida no se detiene por nadie.
Stephen Chbosky
Vimes asintió adustamente. Aquello también tenía lógica. Las cosas se hacían porque se habían hecho siempre, y la explicación era: Pero es que siempre lo hemos hecho así. Un millón de personas muertas no pueden estar equivocadas, ¿verdad?
Terry Pratchett
En el campo de las creencias religiosas la Reforma introdujo cambios profundos. La Biblia adquirió entonces una autoridad nueva y de mayor alcance. La generación anterior consideraba que las Sagradas Escrituras eran peligrosas en manos de personas iletradas y debieran ser leídas sólo por sacerdotes.
Winston Churchill