Todo varón prudente, aconseja en el tiempo conveniente; que es hacer de la ciencia vano alarde dar el consejo cuando llega tarde.
Félix María de Samaniego
Según la terapeuta se nos dan las relaciones disfuncionales, pero qué saben las terapeutas, lo mismo que antes sabían los curas. Nada. A veces oír. Disfuncionales somos todos.
Ángeles Mastretta
Sus delgadas facciones y hundidas mejillas revelaban al asceta que ha sabido triunfar de sus pasiones, no sin cruel y larga lucha, hasta dominarlas por completo.
Arthur Conan Doyle
El Jeet Kune Do evita lo superficial, penetra en lo complejo, entra en el corazón del problema y señala los factores clave.
Bruce Lee
El ajedrez es imaginación.
David Bronstein
Una mujer es como una bolsita de té. Nunca sabes lo fuerte que es hasta que se encuentra en agua caliente.
Eleanor Roosevelt
Un cielo especular es todo lo que se ve del agua invisible que lo refleja.
Enrique Lihn
La miseria de un niño es interesante para una madre, la miseria de un hombre joven es interesante para una mujer joven, la miseria de un anciano no le interesa a nadie.
Eric Hoffer
Un monje no debe reír. Solo los tontos se ríen.
Feodor Chaliapin Jr
¡Qué felices somos mientras las cosas no tienen todavía nombre, mientras todo se nos revela por una vez y para siempre, mientras no sabemos nada del caprichoso renacer de las formas!
Hans Carossa
Jim Clark vivía para correr. Yo corro para vivir.
Jackie Stewart
La política y el comercio en forma desarrollada -arte de obtener sobre el contrario éxitos positivos mediante superioridad espiritual- son substitutivos de la guerra con otros medios.
Oswald Spengler
El dinero es tu esclavo si sabes emplearlo; tu amo si no sabes.
Publilio Siro
No importa la edad que tengas, cuando sales al mundo lo mejor es tomarse de las manos y permanecer juntos.
Robert Fulghum
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
Simón Bolívar
Un don Juan seduce a las muchachas y después las abandona; pero su placer no está en abandonarlas, sino en seducirlas. No puede, pues decirse que esto sea crueldad en absoluto.
Søren Kierkegaard