Un buen crítico es el que suele ser más severo con sus propios trabajos que con los ajenos.
Felipe Stanhope de Chesterfield
Considero que el peor defecto de la educación es el sistema escolar que opera fundamentalmente a base del temor, la coacción y la autoridad artificial de los maestros.
Albert Einstein
Estoy en el presente y sólo importa el presente para mí.
Ariane Mnouchkine
La honradez se detiene ante la puerta y llama; el soborno entra.
Burdett A. Rich
Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.
Confucio
Tengan la certeza de que todos y cada uno de los que tenemos responsabilidades institucionales levantaremos no solamente nuestra voz sino nuestra acción concreta ante cualquier signo de antisemitismo. No estamos dispuestos a regalar lo que es una tradición histórica de América Latina.
Cristina Fernández De Kirchner
Cualquier guerra entre europeos es una guerra civil.
Eugeni d'Ors
El sol a cuyo alrededor giran tantos planetas... No se olvida de madurar un racimo de uvas.
Galileo Galilei
Proseguir su vida o perderla por la patria es igualmente dulce.
Heinrich Heine
Lo que alguna vez hemos disfrutado, nunca lo perdemos. Todo lo que hemos amado profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.
Helen Keller
¡Señor, soy un niño! ¿A dónde me lleváis?
Ignacio de Loyola
Sin amigos nadie querría vivir, aunque tuviera todo tipo de bienes.
José Ramón Ayllón
Las costumbres de la clase militar son la disciplina, el ocio, la ignorancia, la crueldad, el libertinaje y la borrachera, es decir, la falta de libertad. A pesar de todo esto, esa clase superior es respetada por todos.
León Tolstói
Es gloria el rendimiento y no flaqueza y es dichoso el que puede obedeciendo obedecer al menos a una hermosa.
Mariano José de Larra
Para conocer al hombre basta estudiarse a sí mismo; para conocer a los hombres se precisa vivir en medio de ellos.
Stendhal
El peronismo fue una versión local del bonapartismo. Lo que sí es bastante parecido entre el peronismo y el fascismo es la naturaleza de las élites políticas que lo iniciaron. Se trataba de grupos de ideología nacionalista, germanófilos durante la guerra, ligados a sectores clericales, militares admiradores de las proezas de Hitler y exegetas del estado corporativo mussoliniano.
Torcuato Di Tella