No hay microscopio más sutil que la inteligencia.
Felipe Picatoste
El arte es la filosofía que refleja un pensamiento.
Antoni Tapies
El Don más grande que podemos hacer a otros no es compartir con ellos nuestra riqueza, sino hacerles descubrir la propia.
Benjamin Disraeli
Este es el problema: Andalucía necesita una dirección espiritual, una orientación política, un remedio económico, un plan de cultura y una fuerza que apostole y salve.
Blas Infante
El amor puede incluso detener la marcha del tiempo.
Bruno Cicognani
¿Los editores hacemos los libros mejores, o sólo diferentes?
Colin Firth
Me gusta comprar música, soy muy ancioso, gasto bastante dinero en eso, pero no me fijo en su precio.
Cristian Castro
Si crees que a nadie le importa que estés vivo, prueba a no pagar un par de letras del coche.
Harold Wilson
Los símbolos tienen el valor que les da la gente, por sí solo un símbolo no significa nada.
Hugo Weaving
Las dictaduras prohíben, las democracias confunden.
Jesús Campos
La melancolía de una vida demasiado corta para tantas bibliotecas.
Julio Cortázar
El ritmo es lo más importante para cualquier poeta. Escribir poesía sin conocer el ritmo es igual que escribir música sin saber solfeo.
Mahmud Darwish
Estoy a favor de legalizar las drogas. Según mi sistema de valores, si la mayoría de la gente quiere matarse a sí mismos, tienen todo el derecho de hacerlo. La mayoría de los problemas que vienen de las drogas son porque éstas son ilegales.
Milton Friedman
La estrategia de los descubridores y emprendedores es confiar menos en la planificación de arriba abajo y centrarse al máximo en reconocer las oportunidades cuando se presentan, y juguetear con ellas.
Nassim Taleb
Ya veo al cristal del Desengaño, que soy polvo, nada y viento.
Pedro Calderón de la Barca
Un matrimonio aceptable sería sólo aquel en que ambos tuvieran su propia vida independiente sin nada de aquella fusión producto de la comunidad de intereses determinada por factores económicos, pero que asumieran libremente una responsabilidad recíproca.
Theodor Adorno