La protesta de los pobres la escucha hasta dios, pero no llega al oído del hombre.
Félicité Robert de Lamennais
Hay gentes que piensan que el amor no es sino una especie de perfume; cierto que la flor que lo exhala es la más bella de la creación.
Alfred de Musset
El mando de muchos no es bueno; basta un solo jefe.
Aristóteles
Nada es tan fatal para la religión como la indiferencia.
Edmund Burke
No hay izquierdona. Existe un problema fuerte nacional o antinacional o yo que sé, nacionalista.
Francisco Umbral
Los pies de un hombre deben estar en su país, pero sus ojos deben observar el mundo.
George Santayana
Cuando el despotismo está en las leyes, la libertad se alberga en las costumbres y viceversa.
Honoré de Balzac
El deseo es siempre deseo. El deseo nunca se satisface, cuando parece cumplir su objetivo resurge con otro objeto y así ad infinitum.
Jacques Lacan
La responsabilidad es la otra cara de la libertad, y consiste en asumir de buen grado las consecuencias de nuestras elecciones.
José Ramón Ayllón
Mientras uno encuentra en sí mismo y en lo que persigue, no puede sentirse viejo. El signo más cierto de la vejez es el sentimiento de la soledad.
Louisa May Alcott
Tomad las riendas del imperio vuestro y dad materia á nuevo y mayor canto: y empiecen á sentir el duro peso (que por el mundo todo cause espanto) de ejércitos y hazañas singulares, de África tierras y de oriente mares.
Luís de Camões
Sostengo que quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta, y acepta voluntariamente una pena de prisión, a fin de que se levante la conciencia social contra esa injusticia, hace gala, en realidad, de un respeto superior por el derecho.
Martin Luther King
La literatura y la mentira están hechas de la misma sustancia: la ficción. Esta sustancia puede ser una medicina o un veneno, dependiendo de las manos en las que caiga.
Michael Ende
Por desgracia uso las cosas según me lo dicta mi pasión.
Pablo Picasso
Los méritos pueden hacer de un sargento un coronel y pueden también servirle de estorbo para ascender más alto.
Philip Massinger
Lo enormemente doloroso del trabajo manual es que se está obligado a esforzarse durante largas horas simplemente para existir. El esclavo es aquél al que no se le propone bien alguno cómo objeto de sus fatigas, sino la mera existencia.
Simone Weil